La xanina Lucía Sarille y sus damas evacuan los nervios en uno de los foyers del teatro Palacio Valdés entonando por lo bajini "La Macarena" de "Los del Río". La xana Elena Ruiz y su corte de damas de honor las siguen. Componen la coreografía tradicional. Están atacadas. En un rato salen a escena, en un rato la alcaldesa, Mariví Monteserín, les va a imponer la banda que acredita a todas ellas reinas de las fiestas del Bollo, "las de la primavera, las de la hermandad", como se encargó de repetir Elena de la Fuente, la presentadora de la gala que encendió anoche en el odeón local las marchas para la fiesta más avilesina de todas, una celebración que ideó un señor de Castropol que se apellidaba Luanco hace 126 años y que se ha convertido "en la más importante de esta época en Asturias".

La gala de nombramiento de las reinas de las fiestas del Bollo sirvió también para que la alcaldesa, Mariví Monteserín, reivindicase el trabajo de las asociaciones de vecinos "que trabajan de forma intensa, desinteresada y diaria, por mejorar la calidad de vida de sus vecinos, y que se implican en el diseño de las carrozas que llenan de vida y color nuestras calles y plazas en estas fiestas de El Bollo". "Y lo hacen con una especial entrega y dedicación. Motivo por el que hoy quiero felicitarles. Avilés no sería lo que es sin su trabajo y dedicación diaria", indicó.

Esto lo dijo después de que las bailarinas de Miriam Chamorro y Mónica Núñez ofrecieran dos piezas de danza clásica y tras la actuación de "Contracanto", bajo la dirección y acompañado de la guitarra de Fran Carreño. Una fiesta que llenó el patio de butacas del teatro Palacio Valdés "un edificio municipal por el que sentimos gran apego", reconoció la alcaldesa al poco de entregar las bandas a las xanas.

Elena de la Fuente se dirigió a las dos -a la grande y a la pequeña-. La primera, Elena Ruiz, confesó estar nerviosa. "Mi abuela es la que me animó a presentarme", dijo. Y su abuela, ¿qué es? ¿de Avilés? "No, de un pueblo de la provincia de Burgos que se llama Arija", dijo. La alcaldesa tiró de ese hilo para recalcar lo de la "hermandad" de las fiestas del Bollo. Lucía Sarille, la xanina, confesó sus nervios, pero también que espera como agua de mayo subir a una carroza el próximo Domingo de Resurrección. Para entonces los nervios habrán pasado a la historia y lo mismo la "Macarena" es un desmelene.