El concejo de Castrillón espera que se ponga en marcha el albergue de animales para solucionar el problema de los perros abandonados, según señaló ayer el concejal de Medio Ambiente de Castrillón, José Luis Garrido. La Fiscalía ha preguntado al Ayuntamiento por los servicios con los que cuenta el municipio para hacer frente al problema de los perros abandonados.

"La normativa dice los ayuntamientos tienen que tener un punto de acogida de perros y gatos abandonados. También dice que tenemos que acogerlos durante ocho días y si no se encuentra al dueño me pregunto qué hacemos, ponerles una inyección letal", dijo Garrido. "El Ayuntamiento de Castrillón, como otros muchos, no tiene punto de acogida, esperamos que el albergue se construya lo antes posible para solucionar el problema porque no nos gusta matar animales", añadió.

"Los ayuntamientos dispondrán de un centro de depósito de animales para recoger y mantener los perros y gatos que se encuentren errantes o abandonados". Es uno de los artículos de la ley de Tenencia, Protección y Derechos de los Animales del Principado de Asturias aprobada en 2002.

La normativa sobre perros vagabundos y las obligaciones de los ayuntamientos ya se remonta, al menos, al año 1952. En el decreto de ese año se atribuye a los ayuntamientos la obligación de recoger los perros vagabundos, además de tener un registro municipal de los animales. En 1974, se amplían las obligaciones de los ayuntamientos y se establece que los municipios con población superior a 5.000 habitantes, como es el caso de Castrillón, están obligados a recoger a los peros vagabundos. Las normativas se han ido ampliando a lo largo de los años hasta la ley asturiana aprobada en el año 2002. "Hay quejas de vecinos porque no tenemos instalaciones para recoger a los perros vagabundos, espero que con el albergue solucione el asunto", concluyó Garrido.

Castrillón fue un concejo pionero en la recogida de peros abandonados, en los años noventa del pasado siglo la asociación La Xana gestionó unas naves que le cedió el Ayuntamiento donde recogía canes de toda Asturias. La perrera se cerró en 2001 cuando el Ministerio de Medio Ambiente acometió las obras de restauración de las dunas de El Espartal.