"Estamos conmocionados porque estaba muy sano", indicaron ayer los allegados de Jesús Suárez Pérez, el fallecido el miércoles en la playa de Salinas. Vecino de Caravia de Limanes, era un minero prejubilado que "disfrutaba de la vida", según su familia. El hombre, de 68 años, murió por "asfixia por sumersión" (ahogamiento), según se desprende de la autopsia que le realizaron en el Instituto de Medicina Legal de Oviedo, a donde fue trasladado después de morir en el agua. Un equipo de emergencias, con helicóptero incluido, trató de salvarlo sin éxito.
Jesús Suárez estaba jubilado de Hunosa y solía ir a pasear a la playa de Salinas porque era un amante del mar y le gustaba "estar en forma". Aunque nació en Villoria (Laviana), llevaba años residiendo en el pueblo ovetense de Caravia de Limanes.
El hombre, como en otras ocasiones, estaba dando un paseo por la playa, según fuentes próximas a la investigación. El agua le cubría por la rodilla. Pero al llegar a una zona de pozos con corrientes, perdió pie y fue arrastrado por el mar. Varias personas dieron el aviso al 112 y otras intentaron rescatarle. Los sanitarios que se desplazaron en el helicóptero estuvieron durante 45 minutos realizándole maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada, pero nada pudieron hacer por salvarle.
Además de viuda, María Luz Caunedo, Jesús Suárez deja un hijo, Efrén Suárez, una hija política y tres hermanos. La capilla ardiente se encuentra en la sala número 12 del tanatorio de Los Arenales de Oviedo. Hoy, Viernes Santo, a las 13.00 horas, en el tanatorio hay una celebración de la palabra en su memoria y después se procederá a su incineración.
