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El futuro de unos terrenos claves para el desarrollo de la ciudad

Química del Nalón planea quedarse con la planta de tratamiento de aguas de Baterías

La compañía proyecta una inversión de más de nueve millones para restaurar la instalación de la coquería | La empresa de la familia Orejas precisa la planta avilesina para su proceso productivo

Química del Nalón planea quedarse con la planta de tratamiento de aguas de Baterías

La empresa asturiana Industrial Química del Nalón planea hacerse con la planta de tratamiento de aguas de Baterías de coque de Avilés en cuanto su propietaria, la compañía Arcelor-Mittal, eche el cierre de sus instalaciones de Llaranes, en funcionamiento desde 1956. Esa clausura está prevista para diciembre. Entonces, se pondrá en marcha el plan de achatarramiento de las instalaciones y la posterior descontaminación de los 366.160 metros cuadrados de parcela. El Estado, a través de la sociedad Sepides, se hará cargo de la limpieza de suelo y subsuelo y la multinacional, de la obra de desmantelamiento. Tal y como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA, este acuerdo se alcanzó el miércoles en una reunión en Madrid entre ambas partes con presencia de un representante del Principado.

Química del Nalón ha redactado un proyecto de rehabilitación de la instalación avilesina. Está sobre la mesa a expensas del cierre de la destilería de carbón de Avilés y del acuerdo final para establecer el ataque a los metros cuadrados en los que el Ayuntamiento planea desarrollar un proyecto destinado a usos empresariales ligados a la tecnología.

El plan que tiene Química de Nalón está cuantificado en más de nueve millones de euros (la construcción de una nueva planta de tratamiento de aguas precisaría de una reserva de dinero sensiblemente superior, según ha podido averiguar este periódiuco). La compañía considera crucial para la viabilidad de su proceso industrial esta instalación, de hecho, la empresa es clienta con privilegio de la coquería de Arcelor en Avilés hasta el punto de que limpia en la planta alrededor de 100 de toneladas de agua amoniacal diarias porque no puede hacerlo en sus propios centros de producción (tiene dos, uno en Sama de Langreo y otro en Trubia, en el concejo de Oviedo). La limpieza de agua amoniacal es un proceso que no genera emisiones contaminantes porque, precisamente, lo que hace es limpiar el líquido.

La firma que preside Rufino Orejas Rodríguez-Arango tiene dos negocios fundamentales: la destilación de carbón por un lado y la producción de alquitranes, por otro. Industrial Química del Nalón es uno de los principales productores internacionales de brea y naftalina. La actividad carboquímica de la compañía que prevé establecer en Avilés uno de sus centros de operación está basada en el procesamiento del alquitrán de alta temperatura (subproducto de coque siderúrgico). La sociedad cuenta con alrededor de 200 empleados.

El proyecto que ha elaborado Química de Nalón es otro de los flecos de un proceso de transformación del municipio espectacular: la creación de un parque tecnológico de primera gradación. Desde hace años, el gobierno socialista avilesino defiende la puesta en marcha de este gran espacio. Para llegar a este punto es preciso apagar las baterías de Avilés y encender las de Gijón: derribar las instalaciones y trasladar a Veriña los elementos susceptibles de servir como recambios. Todo esto desde la óptica logística.

Desde el punto de vista del personal empleado en la coquería, el proyecto de traslado está muy avanzado, en lo que se refiere a Arcelor. A comienzos de año, estableció un sistema de selección para 220 trabajadores. El excedente de Avilés pasará a otros talleres de la compañía. La plantilla de las auxiliares todavía está en un sinvivir porque no se ha llegado a un acuerdo que garantice su futuro inmediato. Hay 400 personas trabajando en Llaranes de este sector. Unas pocas se han incorporado a los Acuerdos de Oviedo -la mesa que regula las relaciones laborales en el sector-. Los sindicatos de las subcontratas vienen advirtiendo que este problema no se puede solucionar en el último minuto. Quedan ocho meses para que la fábrica cierre. Si las partes implicadas no solucionan el problema de los trabajadores auxiliares, se avecina un conflicto laboral en la ciudad mayor que el generado por el cierre de Alcoa, según dicen los afectados.

La limpieza de los suelos excedentes de baterías de coque será una operación compleja dado que en el subsuelo se han ido acumulado toneladas de lodos contaminantes que no pueden escapar a la ría. El objetivo tanto del gobierno municipal como de los ecologistas es devolver totalmente la ría a la ciudad de Avilés tras más de medio siglo convertida en el sumidero de la comarca. Para ello, el futuro uso de los suelos que liberará la clausura de Baterías será fundamental.

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