La Sección Tercera de la Audiencia acoge este lunes una nueva sesión del juicio por el conocido como Caso Niemeyer. La vista ha comenzado con la declaración del acusado pendiente de comparecer ante el tribunal, el que fuera jefe de producción del centro cultural, Marc Martí que ha manifestado que entre 2008 y 2010 empezó a colaborar con el Niemeyer como "colaborador externo" pese a estar en el paro. El procesado ha explicado que ese fue el motivo por el que las facturas, por 9.000 euros, eran giradas a nombre de una empresa que hizo trabajos en la vivienda de sus padres.

"Artesanos Vilafortuny facturó al Centro Niemeyer 9.000 euros de una obra en casa de mis padres para justificar mis servicios profesionales, porque de aquella era colaborador y la Fundación no tenía medios para pagar", ha explicado. Así ha indicado que en octubre de 2008, a través de un correo que ha mostrado, el subdirector del Centro le pidió trabajos de colaboración y le dijo "que buscase la formula para poder cobrarlos porque querían pagarle".

Martí, que se enfrenta a una pena de un año y seis meses de prisión por un supuesto delito de malversación, ha explicado que fue en 2010 cuando se incorporó plenamente al equipo del Centro Niemeyer, trasladándose a vivir a Avilés. Natalio Grueso fue quien estableció su contrato por 80.000 euros al año, una cantidad que ha manifestado que respondía a las responsabilidades que tenía en su cargo.

"En muy poco tiempo llevamos a cabo un trabajo ingente, así que esa remuneración me parece razonable y acorde a ese trabajo", ha indicado Martí. Ha dicho que fue Grueso quien estableció su sueldo y también ha manifestado que todos los viajes que realizó estaban autorizados por el director porque "el no tenía capacidad para hacerlo".

En la sesión de esta mañana también se ha empezado a tomar declaración a los testigos, en concreto a la exconsejera de Cultura Ana Rosa Migoya (primera presidenta de la Fundación del Centro Niemeyer) y al actual embajador de la Unión Europea en Irak, Ramón Blecua. El diplomático ha expuesto que trabajó como asesor del Niemeyer entre entre octubre de 2009 y febrero de 2011 y que percibió en ese periodo de la entidad cantidades que suman unos 37.000 euros.

Ana Rosa Migoya, que presidió dos patronatos de la Fundación del Niemeyer, ha expuesto que fue el Gobierno del Principado quien propuso a Natalio Grueso para la dirección del proyecto cultural y que se le mantuvo el sueldo que venía cobrando en la Fundación Príncipe de Asturias (unos 96.500 euros netos al año). Ha aseverado que el patronato conocía los términos del contrato y dijo desconocer muchas de las cuestiones por las que fue interrogada alegando que su etapa como presidenta de la entidad fue muy corta (desde finales de 2006 a julio de 2007).

Retirada del pasaporte

La acusada Judit Pereiro, exmujer del exdirector del Niemeyer Natalio Grueso, había solicitado que se tenga en cuenta en el nuevo señalamiento que los días 18 y 19 de junio estará fuera de España por un viaje de trabajo. El tribunal le respondió en la misma providencia recordándole su "obligación (y el derecho) de asistir a las sesiones del juicio oral". También había pedido que se cancelasen las sesiones previstas para el mes de julio, cuando tenía previsto viajar a Japón por motivos familiares. El presidente del tribunal le ha recordado esta mañana su obligación de asistir a las vistas y le ha comunicado, además, que debe entregar el pasaporte como medida cautelar.