Donde había mesas y sillas para miles de personas se hicieron "carreteras" en un santiamén por las que transitaron desde las seis de la tarde carrozas, grupos folclóricos, fanfarrias, grupos de gaitas, xarrés, calesas y también gigantes y cabezudos en lo que fue una fiesta para los recuerdos. El segundo desfile de carrozas del Bollo congregó una vez más a cientos de avilesinos y muchos visitantes que no dudaron en inmortalizar con sus cámaras los bailes de los de "Xaréu d'Ochobre" o las actuaciones de los integrantes de "L'Espolín" de Pillarno.

Por calles aún con sabor y olor a tortillas y empanadas mostraron su arte asociaciones de vecinos y colectivos como la Cofradía El Bollo, que este año rindió homenaje al marinero avilesino Pedro Menéndez. "El lavadero" de 1925 de Jardín de Cantos también se transformó en carroza y los avilesinos pudieron seguir de cerca al personaje literario "Ratonchi". El desfile de artilugios fue una vez más un espectáculo para los sentidos.

-¿Mañana hay otra vez?"-, preguntó una niña que ya había visto las carrozas el domingo.

-No, mañana hay cole-, respondió su madre.