"El único gasto de mi tía era en tabaco, fumaba como un carretero: no sacaba más de 300 euros de cada vez y este dinero le daba para mucho tiempo porque tenía todos los gastos domiciliados", sostuvo ayer ante el magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 la sobrina de una avilesina que está visiblemente deteriorada mentalmente por la edad y que denunció a su vecina de puerta y asistenta por un delito de estafa. Según el relato del Ministerio Fiscal, la investigada, que tenía acceso a la tarjeta de crédito y el número "pin" de la misma, sustrajo unos 2.200 euros del cajero sin el consentimiento de la afectada. La acusada se defendió: "Sacaba el dinero que me mandaba y se lo llevaba en un sobre con los billetes que ella me pedía, de cinco, diez, veinte... No cogí nada". La Fiscalía mantuvo la pena de prisión de tres años y nueve meses de cárcel. "Su declaración no se sostiene", dijo. El abogado defensor, Pablo García Miguélez, solicitó la libre absolución de su cliente: "La sobrina se basa en hipótesis".

La acusada confirmó que conocía a la supuesta víctima desde hace doce años. "Todos los días iba a verla por la mañana, tarde y noche. No tuve las llaves de su casa hasta hace un año que ella se fue a Irlanda y me las dio para que controlara el correo postal y le cuidara las plantas. En cuanto a la tarjeta, yo no tenía acceso a ella si ella no me la daba. Normalmente me entregaba cheques para sacar dinero y si no la tarjeta, aunque yo prefería que me diera la cartilla para ponérsela al día", declaró la investigada, que reconoció que a veces sacaba dinero dos veces con pocas horas de diferencia entre una y otra "porque la tarjeta tenía un tope".

Robo de joyas

Respecto al supuesto robo de joyas que menciona el Ministerio Fiscal en su calificación por valor de 400 euros, la acusada negó la mayor. La sobrina de la presunta víctima aclaró: "Cuando fuimos a poner la denuncia no sabíamos que faltaban joyas. La policía judicial nos enseñó algunas fotos de casas de empeños y reconocimos un medallón, pulseras...".

La anciana supuestamente víctima de estafa apenas prestó declaración durante dos minutos: "Según la cartilla había extracciones de dinero de las que yo no tenía cuenta". Confesó asimismo que no revisaba la cartilla. "Yo comprobaba que me daba el dinero que le pedía", dijo. La sobrina entretanto negó que su tía tuviera contratada a su vecina como empleada del hogar: "Las visitas las hacía de forma voluntaria", dijo. Y explicó cómo dio con la supuesta estafa, tras tener acceso a los movimientos bancarios de su tía desde marzo del pasado año: "Descubro que hay salidas de dinero que no se corresponden con su estilo de vida". Agregó al respecto: "Mi tía se fue a Irlanda en septiembre de 2017 y sacó 3.000 euros para este viaje. Regresó en Navidad y estuvo en casa de mi madre. Al volver a su casa, estando a su libre albedrío, se dispararon las cantidades extraídas de la cuenta".

A juicio de la fiscal, la vecina sacaba el dinero que le pedía la anciana "y a la par sacaba dinero par su beneficio haciendo uso de la confianza existente entre ambas". El caso quedó visto para sentencia, que se conocerá el próximo jueves.