El exalcalde de Avilés Santiago Rodríguez Vega ha declarado este miércoles que, en 2012, el entonces director general de la Fundación Niemeyer, Natalio Grueso, no quiso dar explicaciones cuando el Patronato le pidió que aclarara 600 facturas sin justificar.

Rodríguez Vega ha testificado en la octava sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial por las presuntas irregularidades contables durante la gestión de Natalio Grueso en el centro cultural de Avilés, por las que afronta una petición fiscal de once años de cárcel por la emisión de facturas falsas o manipuladas.

El exalcalde y actual presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés ha explicado que le dolió especialmente esa falta de explicaciones de Grueso al presentarle las facturas que querían que aclarase, tanto por el aspecto ético como estético.

Además, ha apuntado que el Patronato, con la información que tenía, no vio razón alguna para recurrir la decisión de la entonces consejera de Cultura, Ana González, de desistir en la revocación de las subvenciones.

La propuesta de nombrar a Grueso fue sugerida por el entonces presidente del Principado, el socialista Vicente Álvarez Areces, y, según Rodríguez Vega, fue Ana Rosa Migoya, que estuvo al frente de la Consejería de Cultura entre 2003 y 2007, propuso su nombramiento, con el que todos los patronos estuvieron de acuerdo, sin que se valorasen otros candidatos.

Ha comentado que una de las características que animó a los patronos a contratar a Grueso fue su agenda de contactos y ha expuesto que el hecho de que hubiera realizado gestiones desde 2006 para organizar actividades y una programación sostenida demostraría que se había realizado "un buen fichaje".

No obstante, ha expresado que si esa actuación conllevó unos gastos, deberían haber sido informados, y ha añadido que no tuvo conocimiento de que facturas por hechos previos a la constitución del Niemeyer fueran cargadas a la Fundación, de lo que se enteró con posterioridad.

También ha testificado Carlos Luis Aparicio, que ejerció como director general de Economía del Principado entre 2007 y 2011, quien ha declarado que una Fundación como el Niemeyer, con capital público, tenía que pedir autorización a Economía si quería endeudarse ante la falta de liquidez y el consejero Jaime Rabanal firmó la concesión en febrero de 2011, cuatro días después de la solicitud.

En la vista también ha comparecido Manuel Docampo Guerra, presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés entre 2007 y 2011, quien ha manifestado que analizaba las cuentas, miraba el balance, la memoria e informe de auditoría y no se presentó observación alguna a las cuentas de los años 2007, 2008 y 2009, cuando él las aprobó, ni le comentaron que se estaban aprobando fuera de plazo.

El exconcejal de IU en Avilés, Fernando Díaz Rañón ha manifestado que el Patronato tenía confianza en Natalio Grueso, cuya figura, según ha sostenido "no era discutida en ningún ámbito de Asturias" y al que no se le discutía nada.

Sólo en una ocasión se le preguntó el coste de una visita del actor estadounidense Brad Pitt a Avilés y su explicación de que respondía a gastos de alojamiento y comidas le pareció "razonable".

Rañón veía "complicado" que el Patronato controlara la gestión de Grueso y ha dicho que su función no era fiscalizar su labor y ha opinado que esa labor debería corresponder a la Consejería de Cultura, que era la que tenía una relación más estrecha con el exdirector general.

Francisco Menéndez Díaz, presidente de la Autoridad Portuaria en 2007, ha declarado ante el tribunal que no tiene constancia de que se cuestionara a Grueso en su gestión económica o cultural.

El juicio continuará el próximo 6 de mayo, a las 10:00 horas, en la Audiencia Provincial de Oviedo