La alcaldesa de Castrillón y responsable de Urbanismo, Yasmina Triguero, ha encargado una "memoria valorada" con el fin de acometer el derribo de algunas zonas del polémico chalé en Salinas, según las sentencias judiciales firmes. Tras varios intentos infructuosos de adjudicar las obras a una empresa privada, el Ayuntamiento podría hacerse cargo de los trabajos. La última licitación de las obras de derribo del chalé salió en 180.000 euros y quedó desierta.

"Tras fallar cinco licitaciones, he pedido una memoria valorada para contratar el Ayuntamiento los trabajos. Se está modificando el proyecto del derribo en cuanto a la impermeabilización del tejado y los cierres entre los lugares afectados por las obras y los que no se tocarán", señaló ayer la Alcaldesa. La memoria valorada es un documento técnico empleado para la solicitud de licencias de obra menor en las cuales no se actúe sobre la estructura del edificio ni se modifique la composición arquitectónica del mismo ni el uso para el cual fue concebido. Es un documento habitual en las administraciones.

El chalé afectado es propiedad de la familia de Pepe Rivero, exportero del Sporting de Gijón. Los fallos judiciales que obligan al derribo de alunas zonas de la casa se basaron en un artículo del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Castrillón aprobado en 2001, que daba un plazo de ocho años para ejecutar las ampliaciones o modificaciones de las viviendas que tuvieran un aprovechamiento urbanístico menor del asignado en el Plan urbano. La primera licencia de ampliación del chalé fue otorgada por la Junta de gobierno local en el año 2010 en el 2011 se concedió otra licencia más.