En agosto de 2017, la acusada de revelar secretos y acosar a su, entonces, novio rompió una relación que había durado hasta ese momento "como año y pico", admitió ayer ante la magistrada avilesina que presidió un juicio en el que la mujer se juega diez años de cárcel. A finales del mes de enero siguiente, "fruto del dolor y del agobio", la mujer decidió publicar en una web de contactos tres anuncios con sus respectivos datos privados y sin consentimiento de ninguno de los tres protagonistas: su expareja, la madre de este y una hermana. Se da la circunstancia de que esta última, entonces, contaba con 14 años, es decir, era menor. "Justo cuando los publiqué me dije: '¿Qué estás haciendo? No eres esa persona'", admitió la acusada en su primera intervención en la vista. "Me arrepiento, pido perdón por todo el daño que haya podido provocar", subrayó.

Su exsuegra y su expareja hicieron relación de esos "daños": "Un jueves empecé a recibir llamadas de hombres que me pedían una relación", contó este último. "Mi hija recibió una llamada. Le pedían citarse con ella. Le dijo que no, que era menor. Le preguntó si se había apuntado a la web. La niña dijo que no, que claro que no. Y entonces vimos los anuncios", contó la exsuegra. "La niña se derrumbó y yo también", añadió.

La acusada admitió que había publicado tres anuncios: el primero con una foto que su ex le había enviado por Whattsapp, el segundo "con una foto cogida de internet al azar" y con el teléfono de su exsuegra. El tercero, con la foto de la niña. No admitió sin embargo haber hecho otro tanto en otra web varios anuncios más: de alquiler de un piso y de venta de un coche. "Como el precio era tan barato no dejaron de llamar y como decía que trabajaba hasta la medianoche, las llamadas las hacían entonces", se lamentó la exsuegra.

La familia se plantó en el puesto de Guardia Civil y denunció el presunto acoso al que estaba siendo sometida. Una agente declaró que "al día siguiente de comunicar a la ahora acusada que tenía que acudir al cuartel a declarar desaparecieron los anuncios". La acusada dijo, sin embargo, que no pudo retirarlos porque no le habían llegado "las claves". El caso es que los anuncios de la red social de contactos y de la web de anuncios desaparecieron.

La mujer aseguró que todo esto lo hizo "por miedo". Dijo que su ex le había dirigido un mensaje electrónico en el que la amenazaba de muerte. Pablo López Cano, el abogado de su ex y de la madre de este, explicó que esta situación "la denunció una semana después de saber que la Guardia Civil la estaba investigando". López Cano abundó más: "Pidió una orden de alejamiento, pero no se la concedió. Le hemos adjuntado esta causa. Presuntamente, su denuncia es falsa", explicó el letrado. "Por eso, admite los anuncios en la web de contactos, pero no los de la página de compraventa. Utilizó dos cuentas de manera indistinta", añadió el letrado.

Para el ex de la mujer acusada, el acoso sufrido "causó perjuicios económicos", dado que sus clientes no pudieron localizarle en algún momento. La mujer aseguró que su exsuegra la vejaba. "Yo le dije que si ya no se entendía con mi hijo, no me iba a meter. Vivió en mi casa, le di de comer, le lavé la ropa, no tengo culpa ninguna de la ruptura. Eso es incierto por completo", apuntó la mujer. La Fiscalía pide diez años y la acusación también. La defensa, tras admitir los hechos, pide diez meses de prisión.