El edificio de Miranda que hasta hace un lustro fue utilizado por Proyecto Hombre pasará a ser un centro de acogida de menores y jóvenes en situación de riesgo, sobre todo aquellos procedentes de otros países. El centro, que será gestionado directamente por la Consejería de Servicios y Derechos Sociales, se prevé destinar a lugar de alojamiento para menores inmigrantes que llegan solos a Asturias. La asociación de vecinos de Miranda es crítica con esta decisión, que responde a una cesión de la Fundación Centro Español de Solidaridad Principado de Asturias (CESPA) a la Administración regional. "Tomaron esa decisión sin consultar con los vecinos ni con nadie. En principio, ese proyecto no cuenta con el agrado de los vecinos. Apenas sabemos nada de para qué va a servir ese centro. Nos dijeron que estaría vigilado y que es para menores que no son conflictivos, pero hasta ahí", señaló el presidente vecinal de Miranda, Félix Rodríguez. "Esta es una zona tranquila, aquí nunca hay follones y esperamos que ahora, con este nuevo centro, no los haya tampoco. Y digo yo: ¿no podían llevarlo al centro de Avilés, por ejemplo al palacio de Maqua, que está sin uso?", añadió el dirigente vecinal.
La cesión del uso de esa vivienda se hace por un período de dos años, aunque es prorrogable si así se estima necesario. La Fundación CESPA tiene por objeto la atención integral a las personas marginadas, en situación de vulnerabilidad o en estado de necesidad.
La consejera de Derechos y Servicios Sociales, Pilar Varela, y la concejala de Servicios Sociales y Cultura de Avilés, Yolanda Alonso, explicarán el proyecto a los vecinos el próximo viernes día 3 a partir de las 19.30 horas. La cita será en la Casa de Cultura de Miranda, situada junto a la iglesia. "Acudiremos a esa reunión porque realmente nos enteramos hace poco de la existencia de este proyecto. En la Comida en la Calle, me encontré con la alcaldesa, Mariví Monteserín, y me comentó del tema: si no, yo no sé nada del asunto", apuntó el dirigente vecinal de Miranda.
Este tipo de centros como el que se pretende instalar en el antiguo local de Proyecto Hombre del barrio mirandino ya funcionan en otras ciudades asturianas y principalmente ofrece protección y acompañamiento a menores en grupos reducidos, de entre doce y dieciocho años.
