Varios de los proyectos de las firmas interesadas en comprar las factorías de Alcoa en Avilés y La Coruña incumplen las condiciones del acuerdo firmado en enero por la multinacional americana y los trabajadores. Fuentes cercanas a a la empresa aluminera señalan que algunos aspirantes no se comprometen a la subrogación total de las plantillas (en ambas plantas o por separado) o no presentan un plan de viabilidad industrial a largo plazo o incumplen ambas condiciones.
Hasta ahora, ha trascendido el interés de los fondos de inversión Liberty House, Quantum y Sherpa y los grupos industriales Aludium, Cunext, BCT y el Grupo Industrial Riesgo en la adquisición de la factoría de San Balandrán. Lo que no se ha hecho público es qué firmas no cumplen en su proyecto los términos del acuerdo ni cuáles de ellos son los que se saltan.
Además de los incumplimientos, fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que algunos de los aspirantes a hacerse con las fábricas han señalado que el precio de la energía en España y la incertidumbre sobre el Estatuto de la Industria Electrointensiva juegan en contra de la venta. Precisamente éste ha sido el principal argumento de Alcoa para justificar su cierre en Avilés y La Coruña.
La multinacional americana también niega estar intentando incumplir los acuerdos alcanzados sobre la venta, tal y como advirtió el jueves el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. En este sentido, desde Alcoa afirman que siempre han estado dispuestos y abiertos "a valorar ofertas sólidas y viables de las partes en el marco del pacto" sellado con los trabajadores. El ugetista también destacó que la empresa debe poner un precio razonable a la venta, algo que Alcoa asegura estar haciendo. La firma estadounidense estima no sólo no ganará dinero en este proceso, sino que estima que deshacerse de las factorías de Avilés y La Coruña le costará entre 70 y 125 millones de dólares.
Visitas a la fábrica
A pesar de los incumplimientos en los términos fijados con los trabajadores a los que se refiere Alcoa, los sindicatos confían en que a partir de la próxima semana puedan comenzar las visitas de las empresas interesadas en la adquisición a las instalaciones de San Balandrán. "Esperamos que en unos días comience el goteo de empresas", asegura el presidente del comité de empresa de Alcoa en Avilés, el comisionista José Manuel Gómez de la Uz.
"Lo que queremos es que alguno de los proyectos no vinculantes hasta ahora con la compra se consolide cuanto antes", explica Gómez de la Uz, quien achaca también al precio de la electricidad para las grandes empresas en España la dificultad para encontrar un comprador. "Llevamos tiempo diciendo que aquí hay un problema con la factura eléctrica. Lo advertimos con Alcoa y no se nos hizo caso. Ahora lo estamos viendo con Arcelor", advierte.
Aunque los trabajadores afirman no tener preferencia sobre un hipotético comprador, pues carecen de los datos necesarios para evaluarlas, sí tienen cierto temor a que Alcoa caiga en manos de un fondo de inversión. "Nos gustan más los nombres que suenen a sector metal y a empresa", apunta Gómez de la Uz.
De entre todas las aspirantes a comprar las alumineras hay tres que encabezan la terna: Liberty House Group, Aludium y Cunext. Sólo la primera de ellas es un fondo de inversión. Tiene sede en Londres y desde hace meses está adquiriendo plantas industriales en Europa. Entre ellas la mayor aluminera del continente, la de Rio Tinto, Dunkerque (Francia).
Aludium es el grupo industrial que aglutina las tres fábricas que el fondo Atlas Holding compró a Alcoa en 2015: las Amorebieta y Alicante y la francesa de Castelsarrasin. Todas son transformadoras de aluminio. Un año después, en 2016, la firma se interesó por la compra en bloque de San Ciprián, La Coruña y Alicante; un proceso en el que iba de la mano del Grupo Alibérico y que no llegó a fructificar.
Cunext es un grupo empresarial español dedicado desde sus inicios a la transformación del cobre y que se ha ido introduciendo en el mundo del aluminio. Tiene bases en Córdoba (de donde es originario el grupo), Madrid, Barcelona y Vitoria. También tenía una pequeña fábrica en Lugones (Siero), que cerró el pasado diciembre. Recolocó a la mayoría de la plantilla.
Tal y como recoge el acuerdo suscrito entre empleados y Alcoa, la venta de las factorías debe estar finiquitada antes del 30 de junio. De noser así, el 1 de julio los trabajadores se irán a la calle.
