Dice Conchi Vicente Puertas que "los libros sanan, transforman y te ayudan a crecer". Si las páginas de un libro son una medicina, ella es la médica que da la receta. Esta docente corverana, una de las últimas incorporaciones al vivero empresarial La Curtidora, combina la crianza de sus dos hijos con dos de sus pasiones, la enseñanza en el colegio de Educación Primaria La Salle de La Felguera, y la literatura infantil y juvenil, dando vida a La Crisálida, librería online que hace tan solo unos días ha puesto en marcha. Esta emprendedora ayuda a elegir la mejor historia para cada edad o momento vital. Trabaja, a través de la literatura y del cuento ilustrado, el acompañamiento emocional en las diferentes etapas de la vida.
Con los libros que ofrece en su librería online busca ayudar a dar respuesta o a facilitar la compresión de muchas situaciones que se dan a lo largo de las etapas de la vida: emociones (felicidad, miedos, tristeza, duelos, ira...), nuevos nacimientos, enfermedades, crianza, cambios de estructuras familiares, la vejez. También de temas sociales como la equidad, la discapacidad, los abusos o la desigualdad social.
"La muerte es un tema controvertido del que hablar con los más pequeñitos y se encuentran en esa situación porque los abuelitos mueren, las mascotas mueren y los papás también se van. Ellos no saben cómo canalizar esas emociones, esa sensación de injusticia. Hay historias que te ayudan a poner palabras a esas emociones, historias con la que se sienten identificados", explica. Y pone ejemplos: "'¿Qué viene después del mil?' es la historia de una niña que tiene un amigo con el que pasa mucho tiempo y que se va. Ella se pregunta qué ha pasado, donde está, qué pasa ahora. 'Iliana, la niña que escuchaba al viento', pierde a su madre y aprende a escucharla y a percibirla en las cosas del día a día", continúa.
Conchi Vicente busca con La Crisálida ayudar a elegir la mejor historia para afrontar momentos difíciles o situaciones complejas, historias que ponen voz a la emoción. Las consultas se pueden realizar a través del correo electrónico o mediante llamada telefónica. Para "niños que lo pasan mal en el cole" recomienda la lectura de "Azul" o "Nombres robados". "Para trabajar el acoso escolar aconseja '¿Qué le pasa a Uma?' y también hay títulos para adultos, muy duros, como 'La niña silencio', que trata sobre el abuso. Son libros necesarios", destaca. La docente corverana ha conseguido hacer empresa de su gran afición, los cuentos y libros ilustrados. "Me encanta la literatura infantil y juvenil y desde que ejerzo de maestra y tengo a mis hijos, además, soy consumidora. Gente de mi entorno me pedía recomendaciones. Me preguntaban por títulos de libros para un niño al que se le había muerto el abuelín y no sabían como gestionar esa situación en casa, o para ver cómo conseguían que la niña dejase de dormir en su cama. Tenía una biblioteca en la cabeza con los títulos que conocía y mi pareja me animó a lanzar la librería", expone. Esa idea la empezó a rumiar cuanto trajo al mundo a su segunda hija, que tiene ahora tres años (tiene también un niño de once). "Cuando me incorporé al trabajo después del segundo parto vi que no podía ni física ni mentalmente seguir el ritmo de vida, tenía que parar y dedicarme a lo que en ese momento era lo más importante, mis hijos, mi familia y yo misma. Como las políticas sociales están como están, si quieres conciliar tienes que pedir una excedencia y dejar de cobrar. Y eso hice", explica.
El periodo en excedencia le sirvió también para reflexionar y cambiar el rumbo: "Quería dedicarme a la enseñanza, pero también hacer otras cosas. A través de la literatura infantil puedo gestionar otros servicios a nivel educativo, fuera del colegio. Y así surgió la idea". Porque además de recomendar títulos que comercializa a través de la web, ofrece consejos en los post y prepara el lanzamiento, ya con la mente en el próximo curso escolar, de talleres y sesiones de orientación en guarderías, colegios, bibliotecas y centros de día, otra forma más de promocionar la lectura.
El camino para llegar del huevo a la crisálida ha sido largo. Conchi Vicente, que ha solicitado una reducción de jornada para volcarse con el proyecto, encontró el rumbo en la Escuela de Emprendedoras y se asentó en La Curtidora, donde ahora ocupa el despacho 212/5. "No tenía ni idea de cómo emprender, de por donde empezar. Mi idea inicial era abrir una tienda física, pero una cosa es lo que quieres y la realidad cuando pones los pies en la tierra. En la Escuela de Emprendedoras me asesoraron y fue cuando decidí empezar por lo virtual", relata. Las ideas bullen y ya tiene en mente otro proyecto relacionado con la tercera edad y con enfermos de alzhéimer: "Hay lecturas muy sanadoras y esos mayores fueron quienes nos contaron a nosotros los cuentos. Se merecen que alguien les cuente uno".
