Parte de la factura de las vacaciones de una directiva del Ministerio de Cultura acabó en las cuentas del Centro Niemeyer sin que la afectada supiera por qué. Lo ha declarado esta mañana ante la sala de la sección tercera de la Audiencia Provincial, que juzga la gestión económica del equipo dirigido por Natalio Grueso.

Las vacaciones de la directiva del Ministerio de Cultura las celebraron la propia funcionaria y sus padres en 2011. Los tres fueron a Fuengirola, en Málaga. "Los abonos los realicé con tarjeta de crédito", señaló la trabajadora de Cultura. "Jamás me pagaron nada a título personal", recalcó a continuación. "¿Y cómo explica que parte de esas vacaciones las facturase el Niemeyer?". "Lo desconozco", respondió.

Las relaciones entre las fundaciones Príncipe y del Niemeyer salieron a colación en varias ocasiones. El responsable del área musical de la primera viajó a El Cairo -junto a José María Vigil, el agente de viajes del Niemeyer- para preparar una actividad en la capital egipcia, un viaje que pagó el Niemeyer. Cuando el fiscal le preguntó si existía un convenio de colaboración entre las dos fundaciones, el directivo respondió que lo desconocía.