Esta vez el "famoso Marcelino, al que siempre culpan de las cosas malas que se hacen por ahí" -como se autodefinió en una reciente vista oral el acusado de haber cometido un robo con violencia en un estanco de Avilés- ha salido absuelto de los cargos que le imputó el Fiscal, que pedía una pena de cuatro años y seis meses de prisión, más una indemnización a una entidad aseguradora por importe de 1.149,64 euros. Ha prevalecido la presunción de inocencia dada la falta de pruebas incriminatorias contra el sospechoso, al que prestó asistencia jurídica el abogado Carlos Villar Menéndez.

Lo que se juzgó el pasado día 8 de mayo, con un hombre identificado por las iniciales M. M. R. sentado en el banquillo de los acusados, fue la responsabilidad penal derivada del robo con violencia cometido a las 20.04 horas del día 1 de septiembre de 3016 en un estanco de la calle Santa Apolonia. Un hombre montó guardia a la puerta del local y su compinche entró dentro, roció al dueño con un spray de pimienta y le arrebató, previo forcejeo, los 2.500 euros de la recaudación que llevaba en la mano.

La víctima del robo no pudo identificar a los ladrones dado el estado en que se hallaba tras ser rociado con el spray; una vecina dijo que había visto al acusado "rondando por la zona" el día de los hechos, si bien "le citaron igualmente a 14 personas más que podrían estar implicadas en el robo; y una testigo dijo haber visto a "Marcelino" junto a otra persona paseando por la calle pero sin que nada le llamara su atención. Tampoco la supuesta identificación del acusado en las imágenes del robo -que quedó registrado en vídeo- aportadas a la causa resultó concluyente, pues su señoría visionó el CD y concluyó que "la calidad de las imágenes y la rapidez de los hecjos impiden apreciar con claridad la fisonomía de los autores y, por ende, su identidad".

Así las cosas, el juez falló que la actividad probatoria realizada por la Policía y la Fiscalía fue insuficiente para quebrar la presunción de inocencia, absolviendo al acusado con todos los pronunciamientos favorables.