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El Museo del Cómic, desbloqueado tras resolverse los problemas con los accesos

Los técnicos deciden que el futuro centro, aún sin dotar de material, comparta ascensor con el anexo Museo de la Historia Urbana

La antigua sede de la Escuela de Cerámica, en la plaza de Camposagrado. RICARDO SOLÍS

El Museo del Cómic de Avilés, previsto en la antigua sede de la Escuela de Cerámica, en el edificio conocido como "Casa de Pedro Menéndez" de la plaza de Camposagrado, salva su último obstáculo. Los técnicos se encontraron a finales del año pasado con dificultades para instalar un ascensor en el inmueble -un elemento necesario para cumplir con la normativa de accesibilidad en los edificios públicos- y ahora el arquitecto al frente de la obra, Germán Blanco, ha dado con la resolución del problema, que pasa por aprovechar el elevador existente en el Museo de la Historia Urbana de Avilés -en el edificio colindante- y hacer dos paradas más, en las plantas primera y bajo cubierta.

La empresa adjudicataria de la obra es "Zoom Construcción S. L." por un importe de 24.039 euros. Se trata de un contrato menor y a día de hoy el inicio de los trabajos está pendiente de la presentación del Plan de seguridad. Una vez que comience el plazo de ejecución es de un mes, según fuentes municipales. El Museo del Cómic de Avilés está, de esta forma, más cerca de convertirse en realidad. Germán Blanco destacó del proyecto que en la actualidad ya existe una conexión del citado ascensor con el edificio que albergará el Museo del Cómic en la planta baja "por lo que únicamente hay que hacer dos paradas más".

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, aseguró el pasado año durante la clausura de las Jornadas del Cómic que el Museo abriría en 2019. "Nuestra gran aspiración es convertir Avilés en una de las referencias del cómic de nuestro país", indicó entonces.

Avilés ha logrado convertirse en una "reserva natural" para el cómic, un lugar donde los autores y los aficionados tienen un contacto directo, donde se celebran encuentros más o menos secretos entre dibujantes para fraguar proyectos futuros y, donde, simplemente, pasarlo bien hablando de lo que más les gusta: las historietas. Las XXIII Jornadas del cómic, en septiembre, ya son toda una referencia en el sector y no quieren perder esa idiosincrasia.

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