Existen "ofertas viables" para cerrar la venta de Alcoa antes del 30 de junio y el Estatuto del consumidor electrointensivo estará listo "muy pronto". Estos son los mensajes que trasladó ayer la ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto, a los trabajadores de Alcoa. La familia aluminera le puso deberes. Le pidió que traslade al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, la siguiente demanda: que en la próxima legislatura, el Ministerio de Industria aglutine el de Energía y no lo haga Transición Ecológica, como hasta ahora. "Es fundamental que Energía esté dentro del Ministerio de Industria. Es muy importante", subrayó el presidente del comité de empresa de Alcoa en Avilés, José Manuel Gómez de la Uz.

Maroto se reunió con la plantilla aluminera antes de participar en un mitin de campaña del partido y tras realizar una visita a los talleres del Grupo Daniel Alonso. Mostró cautela sobre el desenlace del proceso de venta de Alcoa y transmitió a los representantes sindicales que el marco normativo para la industria intensiva en consumo eléctrico será de las primeras medidas que apruebe el nuevo Gobierno socialista. Ya se había comprometido a superar ese trámite en el último Consejo de Ministros de la anterior Legislatura, pero no llegó a materializarse por los reparos que puso la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

El temor a que Europa echase abajo el Estatuto llevó a los socialistas a dejar la gestión en manos del siguiente Gobierno. Fue entonces cuando el PSOE aceptó finalmente elevar la partida para las ayudas por emisiones de CO2 al tope máximo que permite Bruselas, como venían demandando el Principado, patronal y sindicatos.

La ministra en funciones dijo en su visita a Avilés que "es un placer estar en el corazón de la industria" y destacó que "la oficina Asturias Industrial va a ser una palanca para que el sector se modernice" y permitirá "atraer nuevos proyectos industriales".

Sobre la crisis de Alcoa, reiteró que lleva "meses trabajando" y que "los compromisos están encima de la mesa". Acerca del Estatuto eléctrico, dijo que va a estar listo "muy pronto", y sobre el proceso de venta de la aluminera, apuntó que se están "evaluando las ofertas" mientras "los inversores están visitando las plantas". Declinó detallar si se ha presentado alguna oferta en firme (hasta el momento solo han trascendido las no vinculantes) e incidió en que ese tipo de información se abordará en la mesa de seguimiento del proceso de venta, que se reunirá de nuevo la próxima semana en Madrid. "Nos comprometimos a pasar de 91 a 200 millones las ayudas por el CO2 y ya están publicadas en el BOE. Hemos pasado de las palabras a lo hechos. Próximamente se va a convocar la subasta de interrumpibilidad. Hay instrumentos para dar un marco estable para la industria electrointensiva", dijo.

Los trabajadores de Alcoa, en cambio, ven más palabras que hechos. "Ya no podemos esperar más, nos tienen que decir si hay ofertas reales y queremos ser partícipes de ellas, que no vaya a venir cualquier pirata a operar con la fábrica de Avilés", declaró tras la reunión el presidente del comité de empresa de la fábrica de San Balandrán, José Manuel Gómez de La Uz.

La familia aluminera no acaba de ver la luz al final del túnel. "Somos bastante pesimistas porque no vemos que el Estatuto sea lo suficientemente tangible para que tenga una rebaja de los costes eléctricos suficiente para que un inversor pueda apostar por la fábrica de Avilés durante los próximos diez o quince años. Estamos muy proecupados. Queremos seguir produciendo aluminio primario, es un elemento de futuro, se va a utilizar en multitud de nuevos programas, se necesitan materiales ligeros y el aluminio lo es. No entendemos por qué no se puede fabricar aluminio en España".