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El corazón fabril de Asturias renquea por la acumulación de escenarios adversos

Una industria a la baja en Avilés: los casos de Arcelor, Saint-Gobain, Alcoa, Azsa...

Las grandes compañías de la comarca han salido escaldadas de la recesión y las burbujas económicas y no tienen intención de recaer | En general, ya sólo producen a demanda

Una industria a la baja en Avilés: los casos de Arcelor, Saint-Gobain, Alcoa, Azsa...

La gran industria de la comarca se está atando los machos no vaya a ser, siguiendo con el símil taurino, que los toros embistan con más ímpetu del previsto. En general, las factorías avilesinas ya sólo producen a demanda. Cuando ésta cae, las empresas ralentizan su labor; se acabó lo de producir para almacenar. Las grandes compañías han salido escaldadas de la recesión y las burbujas económicas y no tienen intención de recaer. En Arcelor, Alcoa y Saint-Gobain esto se nota de manera subrayada. No sucede igual en Asturiana de Zinc, que se encamina a un nuevo récord de producción si la factura energética se lo permite; es decir, si deja de subir. O en Du Pont, que desde ayer sábado se ha segregado en dos sociedades y lo ha hecho con la puesta en marcha de un nueva línea de fabricación. En Fertiberia, tras décadas de paz social, las cosas empiezan a moverse -dos huelgas en menos de un mes--, pero alcanzó en 2018 su récord histórico de producción.

Arcelor

La multinacional Arcelor ha decidido ampliar la parada programada para este otoño de uno de los dos altos hornos de Veriña a la vez que ha garantizado la ampliación de la acería de Tabaza, un proyecto que, cuando culmine, habrá doblado la capacidad de producción de acero en Asturias. O sea, que la siderurgia asturiana se aprieta el cinturón, sí, pero no renuncia a seguir creciendo... cuando escampe. La empresa es consciente de que las cosas no están todo lo bien que hubiera deseado, pero tampoco tan mal como cuando ordenó dejar a medio gas las baterías de coque de Avilés en los peores años de la economía asturiana reciente.

Todo esto tiene una explicación: la demanda de acero en la Unión Europea (UE) ha caído porque las materias primas se han encarecido. Sin embargo, esto no sucede en China. A esto se añade que a las grandes empresas europeas se les encarece la producción por las emisiones CO2. No sucede así en el gigante asiático, donde producen sin apenas sujeción ambiental y, paradójicamente, sus productos entran como si nada y compiten libremente en una Europa que penaliza los malos humos de sus fábricas.

Saint-Gobain

Es lo que, más o menos, sucede en Saint-Gobain Cristalería, que ha reducido casi a la mitad el número de parabrisas que fabrica cada año en La Maruca (de dos millones antes de 2008, al millón doscientos mil del momento presente). Este recorte es una reacción a la alarma sembrada por el Gobierno de España en el sector de la automoción. El Ejecutivo se ha mostrado muy aplicado en la toma de decisiones ambientales, pero lo ha hecho sin sopesar las consecuencias de su toma de postura: anunciar el fin de los coches diésel en un momento en que la alternativa (eléctricos) está más cerca de la ciencia ficción que de la realidad parece una "torpeza", según opinan en medios sindicales que también señalan que la multinacional se agarra a ese clavo ardiendo que le proporciona el Gobierno en su afán de justificar los ajuste que ordena París.

Y es que desde noviembre la compañía francesa se ha propuesto reducir gastos como sea. Y esos recortes vendrán, en un principio, de una campaña de despidos incentivados de negociación individual a partir del último trimestre del año. De ahí y de la puesta a la venta de Saint-Gobain Pam, que hace tuberías en Santander. Esta es la empresa del grupo de la que la multinacional sí se quiere deshacer. En el informe resumen de la Convención para el Diálogo Social es la que sale "tachada".

Los trabajadores dan una alternativa: la alta cualificación de la plantilla avilesina debe ser aprovechada con una apuesta por nuevos productos. La compañía dice que de La Maruca no sale nada "de alto valor añadido". Los trabajadores confirman la circunstancia y la explican: no sale porque la empresa no quiere que salga y porque todo lo fía a llevar producción a Kénitra, en Marruecos. Los costes sociales y las ayudas gubernamentales son tan buenos en el Magreb como lo fueron en Avilés en el comienzo de la historia de la producción de vidrio en la comarca en detrimento de otros lugares de Europa. Toda una tentación para deslocalizar producción.

Alcoa

Alcoa vive desde octubre en estado de agonía: los dueños de la planta quieren cerrarla, despedir al personal y finiquitar la producción de aluminio primario. Los trabajadores y los políticos tratan de capear semejante tempestad. Pero las cosas, que fueron rápidas durante la campaña electoral, ahora viven una ralentización que los trabajadores consideran peligrosa en tanto en cuanto a finales de este mes tiene que estar claro quién se queda con la factoría de San Balandrán. Las ofertas vinculantes -las reales- deberían estar encima de la mesa de los ejecutivos de la multinacional desde el viernes pasado, pero el calendario se puede estirar.

Dos de los incentivos para la compra -la subasta eléctrica y las compensaciones por la emisión de CO2- están en la cuerda floja de la pragmática política: al día siguiente de las últimas elecciones salieron las condiciones de la puja de la interrumpibilidad y esa misma semana se hizo público que ni la fábrica de Avilés, ni la de La Coruña van a poder participar, pese a que eso fue lo que había garantizado el Ministerio de Industria. Las compensaciones iban a ser de 200 millones; de momento, sin embargo, se han habilitado 91. La orquesta en San Balandrán no suena bien afinada.

Fertiberia

Lo más destacado del rumbo que lleva Fertiberia es que la producción de abonos de 2018 ha sido la mayor desde que la planta comenzó a fabricarlos: en 1970. Los resultados que hizo públicos la compañía fueron un 4,6 por ciento mayores que en 2017. La explicación que dio en su momento Jesús Alberto González, el director de la fábrica de Trasona, está "en la alta eficiencia en el sistema productivo".

Esto contrasta, sin embargo, con un ambiente laboral que ha provocado dos huelgas en menos de un mes. Los paros los han apoyado los sindicatos CC OO, CGT y CSIF. La Unión General de Trabajadores (UGT), con más representantes en el comité, no apoyó las movilizaciones. La multinacional, en todo caso, ha enviado a Avilés a dos negociadores desde Madrid. O sea, la producción marcha bien, pero la paz social se agrieta.

Du Pont

El valle de Tamón vivió recientemente una gran fusión: Du Pont y Dow. Desde ayer sábado la suma enorme se ha vuelto a dividir: por un lado Du Pont (Corteva) y, por otro, PSP Asturias. Este proceso ha conllevado la contratación de un alto número de empleados de oficinas, la mayor parte eventuales, unos pocos con posibilidad de quedar en las fábricas. Además, se da la circunstancia de que la división de fitosanitarios ha conseguido traer a Asturias la producción de" adabelt", que es un producto por el que pujó Du Pont en Italia. Este nuevo producto garantiza trabajo en Tamón "por años". En la división de Nomex pasa algo semejante: la puesta en marcha del hilo continuo dará nuevos bríos a la sección. Todo queda expensas de los resultados de Bolsa: mañana lunes salen las dos sociedades que llevan desde noviembre operando de manera efectiva (las nóminas de los trabajadores las abona una u otra nuevas sociedades).

Asturiana de Zinc

La empresa de Glencore es la segunda que más energía eléctrica consume de la comarca. Lleva desde octubre con las barbas a remojar. La suerte de la compañía es que es la primera fundidora de cinc de Europa y una de las primeras del mundo. Eso y que el fundido de cinc sigue siendo un negocio redondo (los metales con precio más elevado en la Bolsa de Londres son el cinc y el níquel). Esto se traduce en que la planta de San Juan de Nieva va camino de un nuevo récord de producción, pero también en que la compañía ha aparcado la ampliación para mejores fechas. Y éstas aún no han llegado, pese a la construcción de un "almacenón" en el puerto de Avilés que invita a pensar a lo grande.

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