"¡Socorro, socorro!". Un alarido estremecedor despertó en la madrugada de ayer a los vecinos de la tercera planta del número 29 de la avenida de La Constitución. Eran los gritos desesperados, casi agónicos, de uno de sus vecinos. "Estaba en el descansillo, envuelto en llamas. Le ayudamos a quitarse la camisa y llamamos inmediatamente al 112. Fue un susto tremendo", relataba desde el rellano, en la mañana de ayer todavía lleno del agua de los Bomberos y con un fuerte olor a quemado, J. A. G., uno de los dos primeros residentes que asistieron J. A. F. G., el vecino que casi muere en un incendio que se desató en su domicilio pasadas las 6.00 horas. Las llamas fueron sofocadas por los Bomberos y la víctima fue trasladada al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). A media mañana los facultativos decidieron trasladarlo por ambulancia al madrileño Hospital de La Paz.

Los hechos tuvieron lugar pasadas las seis de la mañana. Todavía se desconocen las causas que originaron el fuego; si bien, los investigadores trabajan con la hipótesis de que la víctima se quedó dormido en la cama fumando un cigarro y que éste se le cayó sobre el colchón, que comenzó a arder. Fue entonces cuando, supuestamente, J. A. F. G., de 46 años, se despertó. Intentó apagar el fuego, pero la situación ya se había vuelto incontrolable. De hecho, las llamas saltaron a su camisa que también comenzó a arder. Fue ahí cuando al afectado no le quedó otra que salir al descansillo pidiendo ayuda.

"Llegamos a pensar que era alguien que había entrado a prenderle fuego al bloque... No sabía qué hacer", relataba otra vecina que también vivió de cerca el espeluznante suceso, y que en la mañana de ayer reconocía tener todavía "el susto en el cuerpo". "Cogí a mis hijos y salimos de casa. Fue una situación dramática", explicaba sobre su inmediata reacción, que se produjo casi de forma instintiva.

Según el relato de los residentes, Policía Local, Policía Nacional, Bomberos y UVI Móvil se personaron en el edificio "muy rápido". "Sofocaron las llamas en un momento. Además, el afectado cerró la puerta de casa al salir, el edificio aisló muy bien y las llamas no se propagaron", abundó J. A. G. Más allá de los daños en la vivienda afectada, donde varias estancias sufrieron los estragos del fuego, el único inconveniente que sufrió el inmueble fue la rotura de una cañería.

La víctima fue trasladada inmediatamente al Hospital Universitario Central de Asturias. Ante la gravedad de las quemaduras, los facultativos decidieron trasladar a J. A. F. G. a la Unidad de Quemados del Hospital de La Paz, donde permanece ingresado. Las principales heridas las tiene de cintura para arriba.