Juan Genovés carece de pelos en la lengua: "Estoy harto de chapuzas, el montaje del Niemeyer es perfecto", aseguró ayer con contundencia el artista valenciano en la presentación de la exposición "La unidad divida por cero", que acoge la cúpula del complejo cultural de la ría de Avilés desde ayer y hasta el próximo día de Reyes y que recoge obras del propio Genovés, pero también de sus tres hijos: Pablo, Silvia y Ana Genovés. "Mientras dure la exposición estará por encima de nosotros Oscar Niemeyer, el arquitecto", dijo el artista. "Siempre había visto la obra de mis hijos de manera independiente porque ellos han hecho lo que les ha dado la gana. Aquí, sin embargo, las suyas y la mía forman un crisol. Como si fuéramos acero", explicó el autor de "El abrazo", un símbolo de la Transición, un cuadro que vive en el Congreso de los Diputados, aunque estos días está el Reina Sofía.

Así es "La unidad dividida por cero": la muestra que aúna en el Niemeyer el talerto de la familia Genovés

Así es "La unidad dividida por cero": la muestra que aúna en el Niemeyer el talerto de la familia Genovés

La muestra de la familia Genovés se completa con la escultura "Transbase", erigida a un paso de la puerta principal del auditorio del complejo cultural. Esta iniciativa cultural ha sido posible gracias a la colaboración preferente de LA NUEVA ESPAÑA, el Grupo Daniel Alonso y la empresa Ariexca. A esas empresas se suma una campaña de micromecenazgo con una doble finalidad: costear los gastos de instalación de la pieza y hacer sostenible económicamente la exposición. Para ello se ha fijado una cantidad de 40.000 euros que se pretende reunir a través de las aportaciones de particulares y empresas.Las aportaciones se pueden realizar desde en la web https://mecenazgo.niemeyercenter.org/

Juan Genovés llegó a Avilés el jueves por la tarde. Poco antes de la una de la tarde de ayer volvió a pisar el Centro Niemeyer, el lugar en que estará instalada su segunda escultura pública: "Transbase". Delante de la "L" invertida carcomida por personas salidas de su serie "Multitudes" -una pieza "etérea, pero de casi cinco toneladas", como observó la alcaldesa de Avilés en funciones, Mariví Monteserín-, Genovés se encontró con Manuel Vila, el representante del Grupo Daniel Alonso en el patronato de la Fundación del Niemeyer. "Es maravillosa, es perfecta", le dijo Genovés. Vila, durante la rueda de prensa, cogió el testigo: "Cuando Daniel Alonso y Juan Genovés unen sus conocimientos salen cosas como ésta", destacó. Monteserín profundizó en la idea: "La pieza es muy significativa de lo que es la ciudad: una suma de industria y de cultura".

"Yo, el pintor de las sombras, hasta hoy no había visto las sombras que proyecta la escultura, me había olvidado", comentó el artista con un evidente entusiasmo a los periodistas. "Nunca había visto mis cuadros con sombra", señaló. Y es que su hija Ana Genovés, la responsable de la organización de la muestra, ha ideado un método singular para salvar las paredes curvas de Niemeyer, "el quinto colaborador de la exposición", dijo Juan Genovés. "Yo había pensado en esta escultura dos metros más alta, pero mi hija Ana fue la que me dijo que no me podía poner chulo y competir con la arquitectura de Niemeyer", confesó el artista. En todo caso, "La unidad dividida por cero" ha obligado a transformar la estructura interna de la cúpula: los responsables del Centro Niemeyer han colocado cuatro paredes nuevas para redistribuir las obras expuestas.