Manuel Antonio Seoane, conserje del IES Corvera, en Los Campos, durante los últimos quince años, falleció este fin de semana a los 58 años, por causas naturales según las primeras hipótesis. Fueron sus compañeros de trabajo los que le echaron de menos en la mañana de ayer, al no acudir a abrir la puerta del instituto como hacía todas las jornadas, desde su vivienda, que esta en el recinto educativo. "Fuimos a buscarle y vimos que podía estar dentro de su casa, así que llamamos a los servicios de emergencia", explicó ayer uno de sus compañeros, visiblemente impactado. Un vehículo de Bomberos, acompañado por la Guardia Civil, la Policía Local y la ambulancia, acudió al lugar para poder acceder a la vivienda, donde los servicios sanitarios ya solo pudieron certificar la muerte del hombre, muy querido en la comunidad educativa.

Seoane trabajó en el centro durante tres lustros y era el más veterano del actual equipo de conserjes que se encarga del día a día del centro educativo. Además, como vivía en el propio recinto, tenía mucho contacto con los estudiantes. "Era serio, seguro que para que no nos subiéramos a las barbas, pero a la vez amable, encantador y cordial", señaló ayer el concejal de Juventud, Jorge Suárez, que estudió hace apenas unos años en el instituto corverano. "Creo que no conozco a nadie que tuviera una mala palabra para él. El equipo de conserjes, con María, Dimas y él, estaban siempre al pie del cañón, nos atendían en todo lo que necesitábamos y había muy buen trato con todos los estudiantes", añadió el edil.

Uno de sus compañeros de trabajo que dio la voz de alarma y se encargó de hablar con los agentes a su llegada destacó de él su compañerismo: "Era muy trabajador, estamos muy apenados. Siempre que le pedíamos un favor estaba ahí el primero y lo mismo pasaba con los chavales. Era una bellísima persona". Y es que el profesorado y el resto de trabajadores que se encontraban ayer en el instituto -que se mantiene abierto durante este mes pese a que los estudiantes están ya de vacaciones-, se deshacían en lágrimas según fueron conociendo la noticia.

La última noticia que tuvieron del Manuel Antonio Seoane sus compañeros fue del viernes, cuando finalizó su jornada laboral. El hombre vivía solo en la vivienda situada en el recinto educativo y no fue hasta la mañana de ayer cuando saltaron las alarmas. La furgoneta de los Bomberos fue requerida hacia las doce del mediodía, después de que agentes de la Guardia Civil y la Policía Local ya se encontraran en el centro educativo, alertados por los propios empleados del instituto. La ambulancia también se desplazó al lugar, pero el hombre ya había fallecido y solo se pudo esperar por al juez para proceder al levantamiento del cadáver.

Durante la tarde de ayer estaba previsto que se le practicara la autopsia en el anatómico forense de Oviedo, para conocer la hora del fallecimiento y corroborar que se trató de una muerte natural, como se desprende de las primeras investigaciones. Hoy podría ser trasladado al tanatorio de Avilés.