El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) busca por tierra, mar y aire a Dévora Salas Blanco, vecina de Luanco, que cayó al mar mientras pescaba en la madrugada del lunes en los acantilados del Pical, en Arnao, junto a su pareja. La Guardia Civil todavía investiga las causas del suceso, que apuntan a un traicionero golpe de mar o a un desgraciado tropiezo. El dispositivo de rastreo estuvo activado desde el momento del aviso y durante todo el día de ayer, para localizar a la mujer, de en torno a los 35 años, y está previsto que continúe hoy a partir de las 9.30 horas. "Hubo mucha mar de fondo desde la madrugada, lo que dificulta la visión de los buzos. Ya hemos señalado puntos de interés y esperamos que mañana -por hoy- los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) puedan entrar al agua", explicó ayer el jefe de zona de Bomberos de Asturias, Francisco Barreñada, que hizo de portavoz del dispositivo en el puesto de mando avanzado situado en el Museo de las Anclas de Salinas.

"Habían venido dos o tres veces ya, así que no les era del todo desconocido (el terreno). Estamos aquí para tratar de ayudar, porque es mejor que estar de brazos cruzados", señaló una amiga de la pareja, que miraba al mar desde la Peñona, en Salinas. "Es una mujer dicharachera y sobre todo una luchadora, especialmente por sus dos hijos -un niño y una niña-. Estamos consternados", destacó otro vecino de Luanco, que fue su jefe cuando trabajaba en un bar de la localidad. Natural de Torrejón de Ardoz, Dévora Salas lleva unos años en Luanco con sus hijos -su hija se encontraba estos días en Madrid-. Su familia tenía previsto viajar ayer a Asturias para seguir las tareas de búsqueda.

El Centro de Coordinación de Emergencias del 112 Asturias recibió el aviso a las 2.27 horas del lunes. En la llamada indicaban que una mujer que estaba pescando en la zona - "de complicado acceso", según Barreñada- se había caído al mar y su acompañante no la veía. Según fuentes de la investigación, Dévora Salas llegó al Pical con su pareja y una tercera persona que conducía el vehículo en el que se desplazaron desde Luanco, aunque el conductor no bajó al acantilado. Según allegados de la víctima, la pareja se encontraba buscando percebes cuando ocurrió el incidente. Nada más darse cuenta de la desaparición, el hombre avisó al tercero y llamaron a los servicios de emergencias.

Buscan en Salinas y Arnao a una mujer que cayó al mar mientras pescaba de madrugada

Buscan en Salinas y Arnao a una mujer que cayó al mar mientras pescaba de madrugada

Las condiciones de la mar fueron mejorando ayer poco a poco a lo largo del día. Tras la búsqueda infructuosa la noche del accidente, la esperanza estaba puesta ayer en la bajamar, a las 13.24 horas, momento en el que la visibilidad en los acantilados es mucho mejor, pero la marea volvió a subir sin tener noticias de la joven. Aunque en los primeros momentos el dispositivo se limitó a la playa de Arnao, el propio Pical y la playa del Cuerno en Salinas, el radio de búsqueda fue ampliándose poco a poco según fueron pasando las horas. "Llegamos a Gozón, por mar a cabo Negro y por aire hasta el cabo Peñas", señaló Barreñada.

En la búsqueda participaron el helicóptero Helimer de Salvamento Marítimo de Gijón y el de Bomberos de Asturias; bomberos de los parques de Avilés y de Pravia; personal de la Cruz Roja por tierra y por mar: la Guardia Civil con el GEAS y una patrullera marítima, además de agentes en tierra; dos motos acuáticas del servicio de Salvamento de Castrillón, que pueden acercarse más a los acantilados, y la Policía Local.