La búsqueda contrarreloj de la joven Dévora Salas Blanco, que cayó al mar en la zona de los acantilados del Pical, en Arnao, cuando pescaba percebes junto a su pareja, lleva activada desde primeras horas de la mañana y siguiéndola con desesperación están sus allegados. Su novio, Borja Ovies, la madre de éste, Nuria Fernández, y otros amigos que sólo pueden contar con angustia los minutos que van pasando. Sobre lo sucedido en la madruga del lunes, Ovies explicó a LA NUEVA ESPAÑA QUE la zona donde pescaban no les era ni mucho menos extraña ya que "habíamos venido más veces a pescar". Lo que convirtió ese día en excepcional fue "un golpe de mar que no se podía prever; fue una cosa inevitable", sostiene Borja Ovies.

Una ola que también alcanzó a Ovies, aunque en su caso le dejó sentado en el acantilado. "Podíamos estar buscándoles a los dos, solo que él le dejó sentado en las rocas", indicó la madre del joven, Nuria Fernández. Un pequeño consuelo entre tanta angustia como vive la familia en estas horas que se acumulan de infructuosa búsqueda.

El dispositivo de rastreo estuvo activado desde el momento del aviso, ayer a primera hora, y ha continuado durante toda la jornada de hoy hasta las 19.38. Mañana a primera hora los equipos de rastreo reanudarán la búsqueda. "Hubo mucha mar de fondo desde la madrugada, lo que dificulta la visión de los buzos. Ya hemos señalado puntos de interés y esperamos que mañana -por hoy- los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) puedan entrar al agua", explicaba ayer el jefe de zona de Bomberos de Asturias, Francisco Barreñada, que hizo de portavoz del dispositivo en el puesto de mando avanzado situado en el Museo de las Anclas de Salinas.

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Buscan en Salinas y Arnao a una mujer que cayó al mar mientras pescaba de madrugada

"Habían venido dos o tres veces ya, así que no les era del todo desconocido (el terreno). Estamos aquí para tratar de ayudar, porque es mejor que estar de brazos cruzados", señaló una amiga de la pareja, que miraba al mar desde la Peñona, en Salinas. "Es una mujer dicharachera y sobre todo una luchadora, especialmente por sus dos hijos -un niño y una niña-. Estamos consternados", destacó otro vecino de Luanco, que fue su jefe cuando trabajaba en un bar de la localidad.

Natural de Torrejón de Ardoz, Dévora Salas llevaba afincada en Luanco con sus hijos varios años -su hija se encontraba estos días en Madrid-.

El Centro de Coordinación de Emergencias del 112 Asturias recibió el aviso a las 2.27 horas del lunes. En la llamada indicaban que una mujer que estaba pescando en la zona - "de complicado acceso", según Barreñada- se había caído al mar y su acompañante no la veía. Según fuentes de la investigación, Dévora Salas llegó al Pical con su pareja y una tercera persona que conducía el vehículo en el que se desplazaron desde Luanco, aunque el conductor no bajó al acantilado.

Según allegados de la víctima, la pareja se encontraba buscando percebes cuando ocurrió el incidente. Nada más darse cuenta de la desaparición, el hombre avisó al tercero y llamaron a los servicios de emergencias.