"Fue una buena jugada de ataque, el balón pegó en el poste y yo estuve rápido para meter el gol". Oli recuerda su primer tanto en la Selección Española como si estuviese corriendo ahora mismo para empujar la pelota a la red. Fue en El Molinón, ante Islas Feroe, el 11 de octubre de 1997. "Quien había estrellado esa bola en la madera era Raúl González Blanco", rememora sobre una de las dianas que guarda con más cariño en su memoria. El sábado, 22 años después de este encuentro, los protagonistas de la jugada volverán a verse las caras. Será en Valdebebas. Raúl estará en el banquillo local, como entrenador del Castilla, y Oli en el visitante, a los mandos del Marino: "Seguro que al acabar el partido podremos charlar un poco y tomar un café o una cerveza".
Los caminos de Oli y Raúl, dos de los más prolíficos delanteros españoles de los 90 y primeros años del siglo XXI, se cruzaron por primera vez mucho antes de aquel 11 de octubre de 1997. Fue un 5 de diciembre de 1994, en el Carlos Tartiere, en un partido que enfrentó al Vetusta con el Real Madrid C. El filial azul, con jugadores como César, Iván Ania, Manel u Oli y capitaneados por el recientemente fallecido Adolfo Pulgar, se impusieron por 4-2 al tercer equipo blanco. Ambos anotaron en ese encuentro que les sirvió de trampolín al fútbol profesional: ninguno de los dos volvió a jugar en los filiales de su club.
Una semana después, los atacantes volvieron a enfrentarse. En esta ocasión con el Santiago Bernabéu como escenario y con un marcador muy diferente: un 2-0 para el Real Madrid al que Raúl contribuyó con un gol. Desde entonces, ambos fueron contrincantes durante más de una década: Raúl siempre en el Real Madrid y Oli en las filas de Real Oviedo, Betis y Cádiz.
Sólo compartieron caseta durante unas semanas. Fue entre septiembre y octubre de 1997. Ante el buen momento de forma de Oli, que en las cuatro primeras jornadas de liga con el Betis había anotado dos goles, el seleccionador nacional Javier Clemente decidió citarle con "La Roja". "Además de Raúl había jugadores de mucha calidad y jerarquía en ese equipo, como Zubizarreta o Fernando Hierro", recuerda sobre la convocatoria, en la que además del citado encuentro ante las Islas Feroe también se enfrentaron a Eslovaquia en Bratislava.
Oli asegura haber saboreado al máximo de aquellos días de convivencia en la Selección Española. "Disfruté mucho en los partidos. Pero también de la oportunidad de entrenar con esos jugadorazos, del viaje, de las conversaciones tomando un café...", rememora el hoy entrenador del Marino, que achaca su buena integración en el grupo a los asturianos Abelardo y Luis Enrique, a su entonces compañero de equipo Alfonso y a Fernando Hierro. "Me trató muy bien. De hecho cuando vino a entrenar al Oviedo le di las gracias por haberme acogido así", agrega sobre un futbolista "que mostraba un liderazgo extraordinario".
Aunque asegura que ha llegado a sus oídos que heredó de Hierro ese liderazgo, Oli recuerda al Raúl de aquella época, uno de los atacantes más destacados del Mundo pese a sus 20 años, como un tipo "de pocas palabras". "En aquel vestuario era un jugador de los que no hablaba mucho. Estaba a lo suyo, que era ayudar al equipo y hacer goles, pero era más bien tímido", afirma sobre un atacante del que, sobre todo, destaca "su forma de entender el fútbol y competitividad": "Fue el Rafa Nadal del balompié".
Pese a reconocer que Raúl era un prodigio táctico y estar al frente de una plantilla de cracks emergentes, Oli afirma que este fin de semana viaja a Madrid con el convencimiento de que los suyos sacarán un resultado positivo. De lograr los tres puntos en su nuevo cruce de caminos, el ovetense será el primero en derrotar al excapitán madridista como técnico profesional.
