Cancienes, Marta BERNARDO

La Cooperativa Agropecuaria de Corvera tendrá que acometer la urbanización de la zona si quiere seguir adelante con la ampliación de las instalaciones para construir un supermercado agrícola. Un obstáculo más en un proyecto que se lleva gestando doce años y se ha encontrado con una traba tras otra. Y es que después de más de una década de desvelos, la entidad había conseguido por fin los permisos para llevar a cabo la ampliación, pero la necesidad de reurbanizar toda la zona casi triplica el coste de la construcción para ascender a entorno a los dos millones y medio, una inversión que en estos no puede asumir la cooperativa, como explican sus responsables.

Aunque el proyecto para construir una gran superficie de venta de aperos, piensos y otros útiles, data de apenas doce años, la idea viene de mucho más atrás. Ya en 1999 la cooperativa anunció un plan para diversificar sus servicios que constaba de tres fases, la segunda de ellas, la de la construcción de un supermercado. Ya en la primera fase comenzaron los problemas, en este caso con la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA), que paralizó unos meses las obras para construir dos naves para almacenaje de piensos y oficinas, que finalmente se finalizaron en 2006.

Fue entonces cuando desde la cooperativa se pusieron manos a la obra para construir una nave más, la que deberá albergar el supermercado. Esta fase estuvo gafada desde el principio. El primer proyecto que presentó la Cooperativa Agropecuaria no consiguió el visto bueno de la CUOTA y tuvieron que redactarlo de nuevo, con los costes que eso conlleva. Una vez subsanados los errores del proyecto comenzó un camino de años peleando con la burocracia. Cada papel que solicitaba la comisión regional de urbanismo era un suplicio para la empresa.

Hasta junio de 2014 no consiguió el informe favorable de la Confederación Hidrográfica; los de la dirección general de Comercio y Turismo, llegaron en septiembre, y el del Consejo de Patrimonio Cultural, en noviembre de ese mismo año. Cuando se remitió el expediente a la CUOTA requirió una serie de documentos e informes más antes de la emisión de su preceptivo informe, entre ellos el informe ambiental, el último que tuvo que tramitar la Cooperativa y que recibió en septiembre de 2016, antes de recibir el sí de la comisión urbanística. El Pleno también ha aprobado el plan especial.

El problema es ahora la urbanización de la zona, ya que la nueva nave obliga a la reordenación del tráfico del acceso a la cooperativa, ensanchando además la entrada. Y es que en el plan inicial de la empresa, esa era la tercera fase del proyecto. Se han encontrado con que el principiado ve necesario que se urbanice primero la zona y luego se acometa la obra para construir la nave, trastocando los planes que tenían en la cooperativa. Pese a todo, la empresa corverana, que cuenta con alrededor de 800 socios, sigue luchando por un proyecto que no quiere dar por perdido.