Casi sin oposición. Sobre todo en la segunda parte. Así se llevó el Navarro el derbi contra el Real Avilés en el Suárez Puerta. Habían pasado siete años desde la última que los dos equipos se juntaban en Tercera. Y ese tiempo ha sentado mejor a los de Valliniello, que con los goles de Roscales de penalti y de Diego Polo, en posible fuera de juego, pusieron contra las cuerdas al conjunto de Viti Amaro. Con esos tres puntos, el Navarre sale del descenso y suma seis, gracias a sus dos victorias. El Avilés se queda con cinco y pasará esta semana mirando de reojo a la Regional Preferente.

El partido empezó igualado. El Avilés tuvo unos primeros minutos buenos. Dominó la pelota, pero volvió a ser inoperante arriba. En la punta de lanza jugó Armando. Estuvo desaparecido. Armando es un jugador que llegó el año pasado en ese Avilés atípico de idas y venidas de jugadores extranjeros. En la plantilla de Juanma Castañón, que no es que tuviera un repertorio abrumador arriba, apenas contó. Le eclipsó Xavi Cencillo. En el banquillo estaba Pantoja. Volvió a jugar y demostró que sigue lejos del que dicen que es su nivel. Tuvo un cabezazo en la segunda mitad, pero poco más.

Al Avilés se le atragantaba la línea de tres cuartos. Castaño sigue siendo de lo mejor del equipo de Viti Amaro. Con la baja de Imanol, el equipo perdió mordiente a la hora de superar a un ordenadísimo Navarro que fue de menos a más. Los de Valliniello supieron sufrir. Asumieron en el mejor momento del Avilés su rol de equipo aspirante. Pero pronto se desmelenaron. Fue sobre todo gracias a las incoporaciones por el lateral izquierdo de Santi. Por ahí, el Navarro generó muchísimo peligro. De un centro suyo, Polo remató de puntera obligando a darlo todo a Piquero, que como el curso pasado, sigue siendo de lo mejor del Real Avilés.

Poco a poco los de Viti Amaro se diluyeron. Su impericia la aprovechó el Navarro. Y hablando de impericia, así fue como llegó el primer gol de los de Héctor Suárez. Pandiani, al ir a despejar un balón, derribó a Bertín. Lo tiró Roscales y no falló. Con esa ventaja, el Navarro se fue cómodo a una segunda parte en la que mostró sus mejores galas. Antes del descansio, Carlos, su portero, libró el empate a la salida de un córner con una parada magistral.

Desarmó el Navarro a un poco beligerante Avilés. Polo, en posible fuera de juego, arrancó desde la derecha. Tenía todo el campo por delante, pero nadie le pudo parar. En el área chutó contra el cuerpo de Piquero, que aunque amortiguó el pelotazo no pudo impedir la diana. Antes, el propio Polo en un córner pudo haber marcado. Fue al palo En el rechace, Rubén, el central del Navarro, lo vio tan fácil que falló. Sin embargo, la victoria estaba al alcance de su mano. Y no se les escapó. Incluso, a Polo le anularon un gol cuando parecía que había arrancado en posición legal.

El árbitro, que no estuvo acertado, tampoco quiso pitar penalti a una mano tan clara que retumbó en el Suárez Puerta. Ese penal le habría permitido al Avilés tener la oportunidad de recortar diferencias. Pero ya era tarde. Muy tarde. Para más inri, el Avilés está a la espera del alcance de la lesión de Borja Granda, que puede perderse toda la temporada afectado en el tendón de Aquiles.