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Un caso de mala práctica en el sector de las telecomunicaciones

Una telefónica lleva un año cobrando a una avilesina la factura de un abonado de León

La afectada ha puesto una denuncia en el Juzgado tras varios intentos baldíos de corregir el error existente en la domiciliación de la factura

Una telefónica lleva un año cobrando a una avilesina la factura de un abonado de León | Shutterstock

La buena costumbre de una avilesina que revisa mensualmente los cargos realizados en sus cuentas bancarias le llevo a advertir hace ya más de un año que su compañía telefónica le giraba dos recibos, el suyo y el de un hombre al que no conoce de nada. La primera vez pensó que había sido un error, avisó de lo ocurrido a la empresa en cuestión confiando en que subsanara el error y dio orden a su banco de devolver el recibo cobrado indebidamente. Desde entonces, todos los meses se repite la misma historia: doble cargo bancario y visita a la entidad para devolver uno de ellos. De las veces que esta avilesina ha expresado su queja a la compañía telefónica, siempre en balde, ha perdido ya la cuenta. Recientemente, harta de la situación, la mujer interpuso denuncia en el Juzgado, que la ha aceptado e iniciado la instrucción de cara a un posible juicio.

"Fui un montón de veces a la tienda, llamé otras tantas por teléfono al servicio de atención al cliente, mandé un burofax... Y nada, no me dan solución. Lo único que logré que me dijeran es que esa línea que me cobran a mí la contrató telefónicamente un hombre de León y que facilitó un número de cuenta que resulta ser mío... Y se quedan tan anchos", protesta la afectada.

El abogado de la víctima de este enredo telefónico dirige inicialmente la acción penal por apropiación indebida y estafa contra el leonés que presuntamente dio el número de cuenta de la avilesina al contratar su línea de teléfono. Pero no descarta, si se probara que los cargos en la cuenta de la avilesina son un error fruto de la mala transcripción de los dígitos facilitados por el leonés al facilitar la cuenta de cargo, derivar la acción contra la telefónica por la falta de celo y rigor en la verificación de la autenticidad de los datos facilitados por un cliente. Del mismo modo, el letrado recrimina a la compañía su falta de diligencia en la subsanación de un error varias veces comunicado por su clienta.

Entre tanto se aclara el asunto en los tribunales, lo que le queda a la avilesina es seguir realizando cada mes una visita al banco para rechazar el recibo que su empresa de telefonía le carga puntual pero indebidamente.

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