La directora general de Emigración y Memoria Democrática del Principado, Begoña Serrano, y la alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero (IU), mantuvieron ayer una reunión de trabajo en el Ayuntamiento para coordinar las actuaciones sobre la memoria histórica entre ambas administraciones. "En la reunión se analizó, entre otros asuntos, cómo dignificar las fosas del concejo y mejorar el estudio de los lugares de la memoria", dijo Triguero.
"Mantendremos más reuniones con el objetivo de coordinar los trabajos que realicemos en la recuperación de la memoria histórica", señaló la Alcaldesa. Castrillón tiene localizadas dos grandes fosas comunes, una en el pinar de Salinas y otra en La Lloba. "Uno de los objetivos es dignificar la fosa de La Lloba. También identificar otros espacios que puedan ser fosas comunes. Para ello, contamos también con el apoyo del Principado, que está en permanente contacto con el Ministerio de Justicia para poner en valor los trabajos", dijo.
A la reunión de ayer asistieron también los concejales castrillonenses Laureano López Rivas (IU) y Angélica González (PSOE), así como varios investigadores de la memoria democrática.
La Guerra Civil comenzó el 18 de julio de 1936, y el 21 de octubre de 1937 las tropas franquistas ocupan la comarca avilesina y entraron en Castrillón. Empieza entonces la represión política. El pinar de Salinas fue uno de los primeros lugares utilizados como fosa común dada su extensión, según mantienen los investigadores. La otra fosa común existente en el concejo es la de La Lloba. Esta fosa tiene su origen en una trinchera excavada durante el verano de 1937 para frenar un posible ataque sublevado desde el sector de Pravia. A mediados de noviembre de ese mismo año, comenzó a ser utilizada como fosa común.
Los expertos coinciden en señalar que en el concejo existen más fosas comunes, aunque de menores dimensiones y más difíciles de localizar que las del pinar y La Lloba. Las playas también pudieron ser utilizadas como fosas.
