Una cría de foca gris, con aproximadamente dos meses de vida según calculan los expertos, fue vista ayer, poco antes de las 14.00 horas, en la playa del Arañón. Tras un primer aviso de un ciclista que se encontraba circulando por la zona, fueron varios viandantes, entre los que se encontraba Fran Muñiz, los que dieron nuevamente la voz de aviso poniéndose en contacto con el 112, al observarla varada en la arena junto a los restos -principalmente ramas y troncos- que el mar arrastró fuera del agua tras el reciente temporal. Su presencia causó gran expectación en la zona, acercándose varias personas al mamífero para tratar de vigilarle hasta la llegada de la guardería de Medio Natural.

La llegada de focas grises a esta zona es bastante frecuente, aunque eso sí, suele ser habitual en fechas más próximas al final del año. El mamífero se encontraba aparentemente bajo de peso y se estima que pueda proceder de las islas británicas debido a las derivas de la corriente, que le han empujado hasta la playa gozoniega, cerca del límite con Avilés. Esta cría de foca no es la única que se encuentra controlada en estos momentos por los expertos, ya que se conoce la presencia de otros dos mamíferos de la misma especie, pero hasta el momento no necesitan atención alguna.

En el caso de la foca hallada en la playa del Arañón, la guardería del Principado de Asturias se hizo cargo de su traslado al centro de recuperación de Fauna, en Infiesto, a pesar de que el pequeño mamífero se mostraba poco proclive a la presencia humana. No obstante, sus muestras de fatiga facilitaron que entrara en el transportín. A pesar de ello, se encuentra en buen estado, por lo que a partir de ahora se vigilará de cerca su evolución para lograr que el mamífero se recupere de forma satisfactoria antes de ser devuelto a su medio natural.