Si Santurce es la capital de la sardina fresca en Vizcaya, y hasta tiene una canción, Avilés lo es de la merluza. Y no es por casualidad. La rula de la ciudad estrenó ayer un nuevo distintivo - "Pescado de confianza"- que acredita que las reinas blancas de los mares que lo lucen en los mostradores de las pescaderías están sometidas a las exigencias de un sistema de gestión certificado y único, "sensible a las demandas del consumidor actual". Son, pues, merluzas gourmet, de primera calidad y, además, ambiental y socialmente "responsables" por sus métodos de captura. Al amanecer, se subastaron los primeros kilos de esta merluza con currículum sobresaliente desembarcados por el barco "Siempre Baluarte". El precio osciló entre los 4 y los 9,15 euros el kilo, según el tamaño de las piezas.

Pero lo más relevante no es su coste. "La intención no es que la merluza etiquetada se pague más cara sino diferenciarla para que el comprador final sepa que el producto que está adquiriendo cumple una serie de garantías que la Nueva Rula de Avilés asume para valorar y dignificar el sector pesquero", explicó el gerente de la lonja, Ramón Álvarez, que aplaudió la faena y el compromiso de todos los trabajadores de la entidad. Ninguna otra rula española ha ido nunca tan lejos en la diferenciación de sus productos, según afirman los responsables avilesinos. La firma "Bureau Veritas" es la responsable de certificar que la merluza con etiqueta es realmente merecedora de tal distinción.

El objetivo de este salto adelante en materia de calidad es añadir valor al pescado, identificar los productos vendidos en Avilés con la excelencia y, evidentemente, tratar de influir en la demanda para potenciar la actividad comercial en el muelle pesquero de la ría, como avanzó este periódico el pasado octubre.

¿Y qué merluzas serán etiquetadas a partir de ahora? Le pegatina "Pescado de confianza" se la ganarán solo las traídas a la rula de Avilés por los ocho barcos adheridos al proyecto cuyos armadores se han comprometido a devolver a tierra todos los plásticos generados a bordo. Estos, una vez extraídos, serán derivados a un punto limpio para su traslado a la planta de reciclaje de Cogersa. Más aún: la tripulación encargada de la pesquería seguirá dietas alimenticias diseñadas por expertos en nutrición de la Universidad de Oviedo; y esos productos con un extra de calidad habrán sido objeto en alta mar de procesos minuciosos de limpieza para reducir la presencia del anisakis, un parásito presente en el intestino y las vísceras de los pescados que puede producir molestias estomacales de leves a muy graves. Los pescadores "limpiarán" las merluzas a cuchillo y haciendo uso de guantes en un circuito de agua marina. Los restos detectados también se traerán a puerto para su correcta destrucción.

En la web de la Nueva Rula de Avilés ya se pueden consultar también los compradores y las pescaderías que apuestan por el "Pescado de Confianza" y los clientes tienen la opción de buscar el punto de venta más cercano. Corren así buenos tiempos para la merluza avilesina, que ahora llega a los mostradores con más calidad que nunca. Solo falta para que el "cum laude" que las capturas, de no aumentar, se mantengan. En octubre se desembarcaron en Avilés 332.151,71 kilos y el precio medio fue de 4,79 euros. Ahora la compra de merluza con etiqueta de verificación sólo requiere la firma de un acuerdo de confianza por parte del comprador en relación a la protección del producto fuera de las instalaciones de la Nueva Rula. El éxito final ya depende, eso sí, de la mano del cocinero.