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Saint-Gobain se da un año para hacer una reparación profunda del horno quemado

La empresa prevé retirar el chorro de vidrio solidificado de forma inmediata y arreglar después la grieta abierta de manera provisional

Chorros de agua refrigerando el vidrio solidificado en el horno de Saint-Gobain, durante el incendio.

La empresa Saint-Gobain Cristalería está en disposición de arreglar de manera inmediata la grieta que se abrió de forma fortuita en la medianoche del pasado lunes y permitió un vertido de vidrio incandescente que puso en jaque la continuidad de la producción. Pese a esta prevención inicial, el artilugio central de la planta de La Maruca funcionaba ayer ya al 90 por ciento.

El arreglo inmediato va a consistir, según fuentes consultadas, en la retirada del chorro de vidrio ya solidificado y que ahora funciona como tapón eventual. Después, se sustituirá por elementos adecuados a la instalación, es decir, ladrillos refractarios. Con esta operación, la compañía pretende seguir produciendo al menos un año. Entonces será cuando los técnicos metan mano al artilugio de una manera profunda. Para ello, van a vaciarlo para permitir un arreglo en caliente. Esta operación es frecuente en artilugios de la vida activa que tiene el horno de La Maruca (hace unos meses se desarrolló una semejante).

El arreglo previsto para el próximo año está a expensas de una decisión de la central francesa aunque, según ha sabido este periódico, es la recomendación de los técnicos porque permitiría seguir produciendo en las mismas condiciones que ha tenido el horno desde su reconstrucción, en el último semestre del año 2008, después del gran incendio de marzo de ese mismo año.

Vídeo: Así quedó la zona de la fábrica de Saint Gobain en la que ayer se quemó una colada de vidrio

Vídeo: Así quedó la zona de la fábrica de Saint Gobain en la que ayer se quemó una colada de vidrio

La empresa reunió ayer de nuevo a los sindicatos para insistir en la necesidad de transmitir tranquilidad a los trabajadores. Sin embargo, va a costar que llegue porque el contexto que vive la compañía no es el más propicio de todos, según indicaron las centrales. En la fábrica hermana de la de La Maruca, en Arbós (Tarragona), hay un horno semejante al avilesino que, dicen los sindicatos, "lleva años a base de apaños". A esto se suma la orden de trasladar a la planta de Kénitra, en Marruecos, los pedidos de parabrisas sencillos. Esta decisión se ha hecho sin un incentivo para Avilés, es decir, han vaciado la actividad de La Maruca por un futuro nada seguro. Los sindicatos llevan meses reclamando sin éxito la incorporación de tareas nuevas.

El horno que se agrietó en la noche del lunes tiene una capacidad de diseño de 700 toneladas al día, es decir, está en disposición de sacar esa cantidad de vidrio con destino a la construcción como al automóvil (parabrisas). Durante el siniestro, bajaron la capacidad, aunque a lo largo del martes se fue recuperando. La calidad del vidrio que sale ahora está por analizar.

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