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Finaliza la cosecha del "oro verde" del bajo Nalón

La recogida del kiwi sale a flote a pesar de las riadas que dificultaron la tarea

Los productores esperan lograr en el mercado "un precio más alto que el del año pasado" apoyándose en una fruta de "muy buena calidad"

Un recolector de kiwis en la plantación de la isla de Soto del Barco. RICARDO SOLÍS

Las sucesivas crecidas del río Nalón pusieron en jaque este año la campaña de recogida del kiwi en la región, y en el bajo Nalón en particular. Frenaron y dificultaron las labores de recolección, causando daños materiales en algunos casos; pero aún así los kiwicultores lograron sacar adelante una cosecha caracterizada por frutos de "muy buena calidad", según coinciden los implicados. A ello se suman las buenas cifras en cuanto a cantidad recogida, ya que rondan las 500 ó 600 toneladas en las fincas más productivas, lo que iguala los registros logrados el pasado año.

Los kiwicultores se encuentran ahora en pleno proceso de clasificación antes de poner su producto en el mercado, sobre el que también se muestran optimistas debido a la gran demanda que hay alrededor del kiwi. "Las partidas que han llegado de Nueva Zelanda y de Chile han sido muy blandas, por lo que esperamos una alta demanda; creemos que el precio puede ser más elevado que el año pasado, en el que la media rondó 1,80 euros", explica Juan Cimas, propietario de la plantación de kiwis La Isla, en Soto del Barco, que se muestra expectante por conocer el valor de este año.

El kiwicultor palpa que puede ser una campaña beneficiosa ya que, según explica este experto en la materia, "las producciones de Francia y Portugal no han sido buenas". En su caso las fuertes riadas retrasaron la recogida, pero solo les afectó en unos diez o quince centímetros en la parte baja de la finca, por lo que salvaron el fruto. "A ver si recuperamos todas las inversiones que hicimos, se necesita un buen año y que el precio tienda al alza, no la baja", sentencia.

Pero no todos pudieron librarse de las riadas. En el caso de Kiwinatur, donde trabajan Alejandro Lechado e Ignacio Cavanilles, "se ha perdido producción porque llegamos a realizar la recogida con un metro de agua en el terreno", comenta éste último. Las crecidas aconsejaron aumentar la cifra de trabajadores contratados por las empresas, con unas cincuenta o sesenta personas recolectando en el caso de Kiwinatur y una veintena en La Isla. Todo ello, para tratar de que las pérdidas por las riadas se redujesen a la mínima expresión. A pesar de que explican que "perdimos algo de producción", todos lograron salir a flote.

Ambas empresas son dos referentes en la recogida del kiwi en la zona del bajo Nalón que, año tras año, se convierte en el epicentro de este fruto. Ahora las incógnitas se ciernen sobre el mercado. La gran demanda existente tanto a nivel regional como nacional invita a que el producto no traspase las fronteras. "La gente está esperando con ansia que el fruto salga al mercado y salvo sorpresa, será producto exclusivamente nacional", comenta Juan Cimas. Una idea que también se encuentra en la línea de Ignacio Cavanilles ya que declara que "hay que tener en cuenta que España es una potencia del kiwi y que consumimos diez veces más de lo que producimos, por lo que el mercado será nacional".

A la espera del precio final del producto, los kiwicultores se muestran satisfechos por la recogida de este año, pese a que las riadonas del río Nalón pudieron echar por tierra las diferentes cosechas de un producto que se consolida como alternativa agrícola en el bajo Nalón.

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