Nuevo mazazo para la gran industria asturiana. Las condiciones de la subasta del llamado servicio de interrumpibilidad, mecanismo que permite a la industria intensiva en consumo eléctrico rebajar el coste de la energía, han encendido las alarmas en ArcelorMittal y Asturiana de Zinc (Azsa). Las pujas para la asignación del servicio para el primer semestre de 2020 se celebrará entre los días 16 y 20 de diciembre y saldrán a subasta mil megavatios de potencia, menos de la mitad que en la anterior convocatoria, que ya supuso un batacazo para la gran industria asturiana. Además, las compañías solo podrán pujar por bloques de cinco megavatios (el precio de salida se situará en los 125.000 euros por megavatio). Se eliminan los paquetes de 40, los más interesantes para Azsa y Arcelor

"Es de imperiosa necesidad que el Estatuto de Consumidores Electrointensivos se apruebe cuanto antes y, sobre todo, que se haga con el presupuesto y medidas suficientes para revertir la situación de la industria española, cuyo panorama será ahora más crítico aún, si cabe", advirtieron ayer desde la siderúrgica una vez que trascendieron las condiciones de la próxima subasta eléctrica. En Arcelor, en pleno plan de ajustes en sus centros productivos, ven con "gran inquietud" las consecuencias que se puedan derivar del devenir de la próxima subasta, "puesto que la reducción de potencia interrumpible implicará un recorte retributivo superior al 50 por ciento". "A día de hoy, no se entrevé ninguna medida alternativa que mitigue esa pérdida. Nos preocupa seriamente que la realidad del marco normativo y la sensibilidad hacia la industria electrointensiva española cada vez nos aleja más de la competitividad que muestran nuestros vecinos europeos", alertan desde la compañía.", incidieron desde la multinacional minerometalúrgica.

Todavía más abultada que la de Arcelor es la factura eléctrica de Asturiana de Zinc, compañía que tiene entre manos una ampliación y que supedita precisamente mayores inversiones a un marco energético estable y competitivo. "Están poniendo en riesgo una empresa viable que apuesta por esta región. Esta es la transición energética que nos espera con el Gobierno actual. Están poniendo en riesgo a los trabajadores de esta región", señalaron desde el comité de empresa de Azsa, con planta en San Juan de Nieva (Castrillón).

Alcoa apeló a los costes energéticos para el cierre de sus plantas de Avilés y La Coruña, ahora en manos del fondo Parter y que continúan con las cubas de aluminio paradas. Solo queda una fábrica de aluminio primario activa en España, la de San Ciprián (Lugo). También peligra. "Si no se adoptan medidas urgentes , la producción de aluminio primario en España es inviable", señalan desde Alcoa.

Los sindicatos se echan las manos a la cabeza. La subasta de interrumpibilidad aprobada por el Gobierno en funciones "puede suponer la puntilla para el empleo de la industria electrointensiva asturiana y es una salvajada sin justificación", alertan desde CC OO. "Esta subasta es un desastre y un despropósito. El Gobierno de Asturias tiene que empezar a utilizar su influencia en Madrid. Asturias está hoy mucho peor que ayer", advirtió el secretario general de UGT-FICA, Jenaro Martínez Paramio.