La Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA), filial de Alsa concesionaria del servicio de bus público en el concejo, ha realizado un oferta al comité de empresa con el objetivo de evitar que se lleve a cabo la huelga convocada para los próximos días 16, 18, 24 y 31 de diciembre y 5 de enero de 2020. La oferta de la empresa, habida cuenta de que la motivación de la huelga es la colocación de cámaras de vídeos en lo autobuses, consiste en restringir al mínimo durante un mes la utilización de las imágenes que graben esos dispositivos.

En concreto, según la nota que difundió la CTEA "esta parte (la empresa) se compromete a considerar el sistema (de vídeo) en régimen de pruebas durante los próximos 30 días, periodo durante el cual las imágenes que sean generadas por el sistema serán destinadas exclusivamente a la información y formación del personal de conducción". Este compromiso implica la renuncia, durante un mes, a la utilización de las imágenes para, por ejemplo, finalidades relacionadas con temas de seguridad o aclaración de incidencias.

La CTEA asegura que "no obstante, la empresa mantiene abierto un periodo para avanzar en un posible acuerdo con la parte social, estableciendo las reuniones que sean necesarias , estando la primera de ellas fijada para el 11 de diciembre".

La huelga sigue adelante

La reacción del comité de trabajadores de la CTEA a la proposición de la empresa para frenar la huelga no se hizo esperar; ayer mismo, el delegado sindical Ramón Luis Blanco manifestó que la oferta "no es seria" dado que, en su opinión, "la empresa nos pide que desconvoquemos la huelga a cambio de nada porque, ¿qué pasará después de los 30 días en los que las cámaras solo serán utilizadas con fines formativos; van a ir a tajo con los conductores para sancionarnos?, ¿ha quedado fuera de toda duda la legalidad de ese sistema, que en Bilbao hubo de ser quitado de los autobuses? Nada de esto queda claro y, en consecuencia, los motivos para ir a la huelga siguen vigentes".