La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un avilesino que agredió a un policía local, en libertad porque estaba enajenado

El acusado, que tomaba medicación para la epilepsia, protagonizó una persecución en la calle de El Muelle con tres ruedas pinchadas

Un avilesino que agredió a un policía local, en libertad porque estaba enajenado

Protagonizó una persecución policial en la calle del Muelle con tres ruedas pinchadas. Se negó a ser detenido. Pegó a un policía local y, cuando, finalmente fue arrestado, se fue dando cabezazos dentro del coche patrulla. Por estos hechos, que tuvieron lugar en la calle del Muelle el 11 de febrero, un avilesino estaba acusado de un delito de atentado contra la autoridad, penado con entre uno y cuatro años de cárcel. Sin embargo, ha quedado libre al demostrarse en una vista celebrada esta semana que la medicación que toma para la epilepsia que sufre le provoca estados de enajenación mental.

Los hechos tuvieron lugar a las 19.45 horas. Una patrulla de la Policía Local se detuvo para obligar a un vehículo estacionado en doble fila que interrumpía el tráfico cerca de la rotonda de los oficios. Entonces, apareció el acusado, que empotró su coche contra el vehículo policial, que a su vez, a consecuencia del impacto, golpeó al que estaba en doble fila. Rompió dos retrovisores y tras ignorar el alto de los agentes se dio a la fuga.

Se saltó un semáforo en rojo en los oficios y paró poco después a la altura del número 36 de la calle de El Muelle. No podía llegar muy lejos porque llevaba tres ruedas pinchadas y los airbags sacados. Los agentes le pidieron que parase el motor y saliera del coche, a lo que el acusado se negó. Los agentes trataron de sacarle por la fuerza, a la que también el implicado opuso resistencia.

Ya fuera del vehículo, el enajenado, muy agresivo, negó haber protagonizado el accidente, y se dedicó a dar patadas y golpes al aire. Uno de ellos impactó en uno de los agentes, que terminó lesionado en el San Agustín con una contractura muscular paracervical en el hombro izquierdo. Al tiempo que hacia esto, dedicaba lindezas a los agentes tales como "Hijos de puta sois unos polis de mierda". Una vez detenido, se fue dando golpes de forma voluntaria dentro del coche patrulla.

Por estos hechos, se enfrentaba a un delito de atentando contra la autoridad. Sin embargo, su abogada Marta Egido logró demostrar con un informe pericial que el implicado no era consciente de lo que hacía y que se encontraba en un estado de enajenación mental. En concreto, estaba en estado poscrítico tras haber sufrido una crisis epiléptica y con sus capacidades intelectuales y volitivas gravemente afectadas. Por ello, se le aplicó el eximente de responsabilidad y no hay pena. Únicamente deberá estar un año en libertad vigilada o bien someterse a un análisis médico externo.

Compartir el artículo

stats