Una decena de personas pasó la noche de ayer al raso en el barrio de La Luz. "Javier Muñiz, un compañero nuestro, fue quien propuso la actividad: dormir en la calle para volver a ver a quiénes la vida les ha dado un revés", cuenta Manolo Miranda, de la asociación de vecinos. "No es una actividad recaudatoria, es un ponernos en el lugar de los otros", reconoce el presidente del colectivo.

"Cuando pusimos la actividad en nuestras redes sociales nos miraron con escepticismo, como si nos hubiéramos vuelto locos", añadió Miranda. "Pero, aún y todo, entendemos que esto es necesario", apostilló minutos antes de cerrar la mochila y marchar para la sede del colectivo vecinal. "No vamos a dormir en el local, no sé si vamos a poder dormir siquiera. Preparamos una sopa de pollo y fideos y unos bocadillos", recalcó.

Miranda explicó que son conscientes de que el problema de los sin techo "no es tan grave como en otras ciudades". Pese a eso, "alguna vez ves a gente durmiendo en un cajero". La actividad a la que se sumó la asociación va más allá: "Te encuentras a gente que procuras no ver, pero tenemos que volverlos visibles. No sabes si eso que le pasa, te puede pasar a ti o a alguien de tu familia", destacó Miranda en los minutos previos al inicio de la actividad.

La acera dura y húmeda del barrio de La Luz se convirtió en escenario de solidaridad y de pequeña hermandad "para todos los que duermen en la calle, para todos los que pueden vivir con los acomodos "que parecen generales". Frío para conocer el resto del mundo.