La anunciada renuncia del patrón mayor de Tazones, Dimas García, a optar a otro mandato al frente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias anticipó un cambio de timonel en la pesca asturiana. De los cuatro patrones que inicialmente se postularon como candidatos (Jesús Peñil, de Bustio; Tomás Badiola, de Avilés; Salvador Fernández, de Cudillero; y Adolfo García, de Puerto de Vega) solo los dos últimos llegaron a la recta final del proceso electoral y fue el portoveguense el que finalmente se impuso en las urnas por un solo voto de diferencia (18 a 17). Por delante, cuatro años para tratar de cambiar muchas cosas, según manifiesta en esta entrevista, la primera que concede desde su nombramiento, y un deseo: "Que impere la unidad".
- ¿Quién es Adolfo García Méndez?
-Un pescador nacido en 1981 en Puerto de Vega, casado y con un crío de 14 meses, que se siente orgulloso de su oficio y que quiere contribuir a mejorar el sector.
- ¿A qué edad se inició en la mar?
-Al acabar la EGB. Entré en la Escuela Náutica de Gijón con 15 años, donde, por cierto, tuve de profesor al actual director general de Pesca, Kiko González, saqué los títulos de patrón litoral y mecánico naval y me enrolé en el barco de mi padre, el "Madre Dolores".
- ¿Había ido con anterioridad a pescar con su padre, como manda la tradición?
-Sí, varias veces siendo niño. Yo procedo de una familia en la que hay pescadores hasta donde llega la memoria y, claro, mi padre trató de inculcarme la afición, pero insistiendo en que tenía que titularme.
- ¿Y qué tal fueron esas primeras incursiones en la mar?
-Horribles. Me mareaba y lo pasaba fatal. Mi padre me decía: "¡Nenín, busca otro oficio que nun vales p'al mar!" Al cabo de un año lo superé.
- Usted tiene un niño pequeño, ¿sueña con el día en que lo llevará al barco como hizo su padre?
-Ya lo subí, y reconoce el barco cuando llega al puerto.
- Me refiero a llevarlo con usted a pescar.
-Irá, irá, todo a su tiempo.
- ¿Y si de mayor quiere ser pescador?
-Pues tendrá todo mi apoyo. A mí me gustaría que se dedicara a esto. También me gustaría que jugara al fútbol, que es otra de mis pasiones. Pero bueno, ya veremos, yo lo apoyaré en aquello que decida.
- Usted, ¿cuándo le dio el relevo a su padre en el "Madre Dolores"?
-A los 25 años y por obligación, a mi padre le diagnosticaron un cáncer, que por fortuna superó, y estuvo dos años fuera de circulación.
- ¿Ha vuelto a la mar tras reponerse de la enfermedad?
-Sí, al cabo de un tiempo.
- ¿Y asume que ahora el que manda es usted?
-(Risas) Sí, sí, sin problemas. Y todavía hoy muchas veces baja al muelle a coger los cabos del barco para amarrarlo... Pienso que se siente orgulloso de que yo haya querido ser pescador.
- Su padre enfermó pero usted también tuvo lo suyo, naufragó en 2011 con "La Polar" y estuvo quincedías entre la vida y la muerte.
-Y 34 días más en el HUCA y año y medio de convalecencia en casa... Aquello fue muy gordo, verdaderamente aquel día volví a nacer y gracias a los rescatadores del "Helimer".
- Pese a tan traumática experiencia, volvió al mar.
-Y eso que había jurado no volver a subirme a un barco, pero di el brazo a torcer por la presión de los marineros y de mi gente. Ellos fueron los que me animaron.
- Y tuvo que comprar otro barco, claro.
-En efecto, a medias con un primo, el "Itxas Begi".
- De lo cual deduzco que usted es muy cabezón o una persona totalmente convencida de que de la pesca se puede vivir.
-(Risas) Las dos cosas. No, en serio, sí que creo que se puede vivir dignamente de la pesca, lo que hace falta es que se ponga las condiciones para ello. Si no fuera así no me hubiera presentado a presidente de la Federación.
- Matice: ¿cree que hay condiciones para vivir de la pesca en Asturias manteniendo el actual nivel de flota o que incluso podría ser un sector que creciera?
-Si se producen los cambios necesarios, hay pescado de sobra para que crezca el número de barcos y, en consecuencia, de gente que vive de esto.
- ¿Qué cambios son esos que, a su modo de ver, tienen que producirse?
-En el terreno de la formación, y así se lo he pedido al secretario general de Pesca del Principado, hay que simplificar el actual tinglado administrativo que hay montado con las titulaciones. No puede ser que alguien que quiera trabajar en un barco tenga que dedicar dos años a sacar títulos de toda naturaleza que, para complicarlo todo aún más, se imparten en sitios diferentes y no siempre. Urge poner orden en ese caos porque a quienes quieran probar a ser pescadores lo que hay que ponerles es una alfombra roja, no la zancadilla. El relevo generacional ya está complicado en nuestro sector, pero si además no damos facilidades...
- ¿Algún cambio más que vea necesario?
-El sistema de cuotas no funciona, son insuficientes y están mal repartidas.
- Explíquese.
-Empezando por Europa, lo que no puede ser es que países como Noruega o las Islas Feroes, que no pertenecen a la Unión, pesquen lo que les da la gana y condicionen lo que pueden o no pueden pescar los barcos europeos. Pasa lo mismo con determinadas artes probadamente dañinas, como las redes pelágicas con las que se captura bonito: si en países como España están prohibidas, ¿por qué se permite su uso a franceses o irlandeses? Estas cosas ocurren porque la política prima por encima de los intereses pesqueros y España debería hacer presión en Bruselas para cambiar las reglas del juego.
- Bien, detengámonos en España: ¿aquí también prevalece la política frente a los intereses de los pescadores?
-Los cupos que concede Europa se reparten en España conforma a una ley que, desde luego, a los asturianos no nos gusta. Sea por política o por otra cosa, lo cierto es que a los asturianos nos tienen bajo mínimos en especies como la xarda, la merluza o el chicharro. Lo de la merluza es de lo más sangrante: hablan de hacer un recorte del cupo del 20 por ciento para 2020 cuando resulta que acabamos de salir de un plan de recuperación caracterizado por la contención de capturas. Y digo yo, ¿entonces para qué ha servido el plan de recuperación?
- Será que el stock de merluza no da para más...
-¡Qué va, hombre! Merluza hay de sobra; hay preocupación por otras especies como la sardina, el pixín o el virrey, pero la merluza no es el caso.
- La xarda es otra especie que genera malestar entre los pescadores asturianos, dado que en el reparto del cupo salen agraviados en comparación con Cantabria y el País Vasco...
-Y por eso llevamos años tratando de revertir esa situación. Seguiremos insistiendo desde la Federación; yo propongo usar el argumento de que la realidad socioeconómica de la flota, la dependencia que hay de esa especie, no es la misma ahora que hace una década. O sea, que hay que revisar las bases de ese acuerdo y recalcular el reparto.
- Han sido varios los políticos nacionales que han prometido "tomar cartas en el asunto", ¿se lo cree?
-Yo creo en los hechos, no en las promesas.
- Y eso que es usted político, en concreto concejal independiente adscrito a las filas del PP en Navia...
-Bueno, por político como tal no me tengo; en su día la gente de la cofradía de Puerto de Vega me propuso presentarme a concejal tras varios agravios que había sufrido la entidad y mira por donde salí elegido.
- Si el anterior presidente de la Federación estaba etiquetado como "próximo al PSOE" temo que a usted nadie le va a librar de la etiqueta de "afín al PP"...
-La Federación de Cofradías no va a estar politizada, va a tener las puertas abiertas para todo el mundo y ojalá venga gente de toda ideología a apoyar a los pescadores.
- ¿Le telefoneó para felicitarle por su elección el Presidente del Principado?
-No, me llamaron el director general de Pesca y el delegado de Pesca en Asturias del Ministerio.
- ¿Ni siquiera el Consejero?
-Pues no.
- En el PSOE no se oculta que su candidato era Salvador Fernández y dado lo ajustado del resultado electoral, ¿cabe pensar en una división ideológica de la pesca asturiana en su mandato?
-Estoy convencido de que tal cosa no ocurrirá. Por mí no, desde luego.
- Salvador Fernández prometió lealtad y colaboración en estas mismas páginas.
-No tengo duda de que así será, conozco a Salvador y sé que es un hombre de palabra. Yo, en su caso, también habría obrado del mismo modo. Por el bien de la pesca asturiana no podemos permitirnos el lujo de enfrentarnos.
