La Piñera es el punto más alto del concejo de Gozón: 138 metros nada más y nada menos. Esa era su seña de identidad hasta hace seis años. "Antes cada casa encendía su iluminación como quería", apunta Fernando Peláez, el presidente de la asociación vecinal (agrupa a 180 personas, pese a que sólo son 90 los que viven en la localidad). Los niños Nicolás Gil e Isabel Pérez fueron los encargados de encender la Navidad en La Piñera, en el jardín del centro social. Luego de "una pequeña procesión", los vecinos abrieron unas botellas de sidra para celebrar que el pueblo tiene más luces que nadie. "Vamos a llamar a Abel Caballero para que las vea", bromeó Peláez cuando se dirigió a los vecinos que se juntaron bajo el arco del pequeño jardín comunal.
"Antes, al principio, hacíamos un concurso, pero nos dimos cuenta de que no había unidad, que cada casa es distinta y que, en consecuencia, cada decoración es distinta", explicó Peláez antes de los dos guajes acudieran al encendido. "Así que dejamos el concurso y le damos a cada uno de los participantes un detalle de la asociación. Lo que hemos conseguido es crear una pequeña tradición. Por aquí viene mucha gente de Avilés a pasear. Ayer mismo (por el sábado) un matrimonio nos preguntó que cuándo las encendíamos", añadió el presidente del colectivo. Así que, por si hay dudas, por La Inmaculada la Navidad se hace grande en La Piñera.
Renos, angelotes, cadenas iluminadas. Y también cierres de finca y hasta un árbol solitario. Todo se enciende para satisfacción de una localidad "en la que abundan las personas de edad", explicó Peláez. "Por eso, esta tarde (la de ayer) somos pocos. Porque hace frío".
Lo que dio calor fue el ambiente de hermandad en el entorno del centro social, en el medio de La Piñera. Los vecinos siguiendo las luces de la Navidad celebraron conjuntamente que a fiesteros no les gana nadie.
