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Un "escape room" con salida profesional

Los alumnos del colegio Principado participan en un juego que les ayuda a elegir sus estudios en la Universidad o FP en función de sus preferencias

Por la izquierda, Cristina Trapero, Daniela Álvarez, Shayra Casado y Joel Castiñeira, ayer, analizando cógidos Qr al principio del "escape room", en el colegio Principado. MARA VILLAMUZA

Alexandru Codín quiere estudiar soldadura. Y no se cierra puertas a que años después pueda ir a la Universidad y siga los pasos de su padre, que es arquitecto. Jalid Gabriel aspira a ser militar, "para servir al país", aunque no descarta que, con el paso del tiempo, esa idea cambie. Lidia García quiere ser científica o fotógrafa, tiene dudas, pero lo que sí tiene claro es que quiere seguir estudiando. Estos y otros alumnos del colegio Principado colegio Principado participaron ayer en un singular "escape room" dentro de una jornada para potenciar el talento de los estudiantes y ofrecerles alternativas de futuro con el fin de que piensen por ellos mismos a la hora de elegir su formación una vez finalicen sus estudios de Secundaria, bien sea en la Universidad o la Formación Profesional. La jornada fue impulsada por Amespa (Asociación de Mujeres de Empresas de Economía Social del Principado de Asturias) y el INIE (Instituto de Investigación e Innovación Educativa) de la Universidad de Oviedo.

Covadonga Rodríguez es una de las miembros de Amespa. "Esta jornada piloto invita a reflexionar sobre la orientación laboral, fomentar el pensamiento crítico y las habilidades blandas, es decir, el trabajo en equipo, contar con una actitud positiva para resolver conflictos y fomentar la creatividad", detalló Rodríguez, momentos antes de iniciar el "escape room". Los estudiantes estaban divididos en grupos y la primera prueba que tuvieron que resolver consistió en encontrar piezas de un puzle. Los alumnos tenían que identificar, ayudados por su móvil para detectar códigos Qr, a cinco mujeres que se identificaban con cinco grandes áreas: sector agroalimentario, la industria 4.0, medicina-sector quirúrgico, humanidades y ciencias sociales y comunicaciones e informática. Esas cinco mujeres identificadas con esos cinco bloques eran la ingeniera agrónoma Dolores Romano, la científica y matemática Margareth Hamilton, la bioquímica Margarita Salas, la pedagoga María Montessori y la actriz e inventora de servicios de telecomunicaciones Hedy Lamarr.

Una vez identificadas las piezas del puzle y el personaje en cuestión, comenzaron el "escape room" en otra sala. Cada grupo analizó cada una de las grandes áreas de conocimiento al tiempo que le daba vueltas a su futuro. Todos los participantes pasaron por las cinco áreas. Miguel López pensaba en su futuro como policía antidisturbios, aunque probablemente cambie de parecer, no lo tiene claro. Martín García meditaba entre estudiar un FP de peluquería u otro de soldadura y, en ese mar de dudas, no descartaba estudiar ingeniería. Diego Ibáñez tenía claro que su futuro está como miembro de la Policía Portuaria porque "le encantaría ir a controlar barcos". Otro que no tiene dudas es Gabriel Fernández, que quiere ser Policía Nacional. "Mi tío es policía nacional y me cuenta, no creo que cambie de opinión", apuntó el joven estudiante.

"Con estas jornadas pretendemos generar la curiosidad en los jóvenes y que conozcan por sectores las áreas de conocimiento con claves culturales, empresariales, sociales y políticas", señaló Emilio Vázquez, director del área Instituto de Investigación e Innovación Educativa de la Universidad de Oviedo.

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