Los más pequeños también van a la Universidad, más concretamente, al edificio de Servicios Universitarios de la calle La Ferrería. Y en ese lugar, dejan volar su imaginación ayudados por rotuladores, alcohol y camisetas. Algunos pintan puntos de pequeño tamaño, otros estrellas y hubo otro al que le dio por escribir cifras. Tienen entre cuatro y cinco años y participan en el taller "Camisetas con ciencia".

La actividad comenzó sobre una alfombra. Los niños sentados en corro no perdían detalle de las palabras de la educadora Anaís Bernardo, que les narraba el cuento "La reina de los colores". Mientras pasaba las páginas del libro ilustrado, Bernardo utilizaba pañuelos de colores para captar la atención de los pequeños. "El rojo es fuerte y el amarillo, como el sol, es calentito", decía uno de los pequeños al tiempo que otra niña anunciaba que ayer -por hoy- era su cumpleaños y que ya había degustado una tarta antes de ir al taller.

Nada más finalizar el cuentacuentos, los pequeños se sentaron en la mesa. La otra monitora, Tania Menéndez, fue la encargada de explicarles la segunda parte del taller ayudada por Bernardo. Los pequeños participantes comenzaron a pintar con rotuladores una camiseta blanca con el logotipo de la Universidad de Oviedo. Los niños vertieron después alcohol sobre la zona pintada y comprobaron las nuevas formas que se generaban tras echar el líquido. "Es magia", dijo uno. Pero el taller era de "Camisetas con ciencia".