A Víctor Raúl Pintado Rey (Avilés, 1973) le conocen como "Vitu" desde que era un chaval, incluso desde antes de ser educador social en varios centros y de ejercer su profesión de maestro de educación infantil, por la que se desvive. Es un hombre inquieto, su cabeza es un hervidero de ideas. Ha escrito varios libros de leyendas dirigidos al público infantil y pese a todo no se considera escritor, sino maestro. "Siempre incorporo un poso didáctico", afirma refiriéndose a sus publicaciones. Pese a todo, la apretada agenda docente le permite sacar tiempo para dejar volar su imaginación e impulsar desde hace cinco años las actividades navideñas en Avilés, crear personajes como "Xesús, el ruleru" y su hija "Lolina, la rulera" o apoyar a L'Anguleru en su dura empresa de repartir regalos por Asturias.
A Pintado Rey, que se autodefine como "tímido pero activo", ya en sus tiempos de estudiante le elegían para ser delegado de clase. Más por decisión paterna que por otra cosa, comenzó a estudiar Perito Industrial en la Universidad. Aprobó una asignatura y fue entonces cuando se dejó llevar por su pasión, la educación infantil, etapa escolar que "hay que dignificar aún más". Prefirió ser objetor de conciencia antes que hacer el servicio militar y comenzó a colaborar con la asociación "Rey Pelayo". De ahí, pasó a participar en un programa de la Federación de Asociaciones para la Integración de Discapacitados Psíquicos de Asturias (FEAPS) en la cárcel, tarea que compatibilizaba con sus estudios posteriores de Pedagogía. De ese programa pasó como educador social al centro de menores de Sograndio, al materno-filial de Oviedo y después a la casa infantil de Villalegre, todo antes de iniciar su andadura como maestro de Infantil en La Caridad en 2011. Desde entonces ha dado clase en varios centros escolares asturianos, algo habitual en los funcionarios interinos que aún luchan por una plaza. Panes, Bimenes, Tineo y los colegios avilesinos Marcelo Gago, Sabugo, el Centro Rural Agrupado de Castrillón-Illas y el Palacio Valdés forman parte de esa lista.
En el colegio de Panes (Peñamellera Baja), comenzó a difundir la figura de L'Anguleru. Editó un primer libro, "L'Anguleru. Suaños de Navidá" y después llegó "Hestories de l'Anguleru"; ambos fueron éxitos editoriales en llingua asturiana.
El personaje navideño asturiano nació en La Arena (Soto del Barco) de la mano de "Garabuxada" y Fernando González, que podría considerarse su "padre". Entonces, "Vitu" sería su tío no solo por su promoción y divulgación sino también por ayudar a recuperar figuras de la Navidad asturiana como el "nataliegu", el tronco de madera que una vez quemado alumbra el camino de la ilusión, o el "ramu Nadal", el árbol navideño tradicional de Asturias.
Tras dar a conocer a L'Anguleru fuera de L'Arena, Pintado Rey leyó un artículo periodístico en LA NUEVA ESPAÑA y se iluminó. Era una entrevista a Víctoria López, "Lolina, la rulera" que hablaba de su padre, Jesús. "Leí su historia y decidí crear unos personajes navideños avilesinos, Xesús y Lolina, para recuperar la cultura marinera de Avilés, que se perdió tras la llegada de Ensidesa", apunta el impulsor de la Navidad de Avilés, que lee casi a diario literatura infantil -no puede abandonar su vocación de maestro- y prensa.
Le encantan la mitología, las leyendas y los mitos; y por ello también buceó en relatos vinculados a la ría avilesina como "La islla de Samalandrán". Comparte dos publicaciones infantiles con el ilustrador y etnógrafo Alberto Álvarez Peña : "Un Nataliegu perbullindiegu. Tiempu de Nadal" y recientemente, "Un osu perfadiosu".
A Víctor Raúl Pintado Rey le encanta nadar "al menos tres veces por semana", se cuida y acude al gimnasio de manera regular y desde hace unos meses forma parte del grupo de baile "Xaréu d'Ochobre", con el que ya ha aprendido a bailar la "Xiraldilla d'Avilés". También le gustan los bailes de salón.
Es un hombre tímido pero inquieto, que le gusta perderse por el concejo de Teverga donde reside su padrino Mario Suárez y del que aprendió la lengua asturiana que usa en sus publicaciones y con la que suele expresarse. Y es que Victor Raúl Pintado Rey, más conocido como "Vitu", no para y su agilidad mental le da para mucho; prueba de ello es que quizá los personajes navideños se le queden cortos y busque otros nuevos, todo para darle una esencia más asturiana a las tradiciones.
