España ha logrado suavizar el recorte de las capturas de merluza propuesto inicialmente por la Comisión Europea para el año 2020 y aumentar la cuota de chicharro (pero no para aguas de Asturias), dos de las especies prioritarias para la flota asturiana.

Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) llegaron la pasada madrugada a un acuerdo sobre el reparto anual de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y las cuotas pesqueras en esas aguas, tras casi 24 horas de negociaciones consecutivas en Bruselas.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, dijo al término de la reunión que el acuerdo es un "buen resultado" para la flota nacional, que permite mantener "un nivel adecuado de las capturas para garantizar la actividad del sector y el cumplimiento de los objetivos de la pesca sostenible". Planas señaló que con el pacto adoptado "se incrementa el volumen total de posibilidades de captura de las que dispondrá la flota pesquera española respecto de 2019".

El principal escollo en la negociación fueron las cuotas de bacalao en el Mar Céltico, para las que Bruselas planteaba un drástico recorte, así como las medidas selectivas de pesca, que para Francia suponían una gran dificultad. El acuerdo, alcanzado por unanimidad, redujo finalmente el recorte para la merluza en aguas ibéricas -Cantábrico, Golfo de Cádiz y Portugal- del 20 % al 5 %, lo que Planas calificó de "un resultado excelente".

En el caso de la merluza norte (aguas de Escocia e Irlanda, Gran Sol y aguas francesas del Golfo de Vizcaya), la cuota baja un 20 %, aunque según el ministro será suficiente para cubrir las necesidades de la flota española.

El inicial descenso del 40 % para el lenguado del caladero nacional se limita al 20%, "un progreso muy importante", dijo el ministro, que indicó que se llevarán a cabo estudios para observar la evolución de la pesquería.

En el caso del chicharro (jurel) sur, entre Finisterre y Cádiz, España consiguió pasar de una bajada del 50% a un aumento del 24%, sobre la base de los últimos datos científicos. Aunque para el jurel del Cantábrico (el que pesca la flota de Asturias) el TAC disminuirá un 40,7%, la negociación ha lohgrado para España medidas de flexibilidad que "permitirán equilibrar las posibilidades de pesca de las que dispondrá el país entre las dos zonas que componen la pesquería", indicó Planas.

Aumenta un 41% la cuota de la xarda en el Cantábrico y el gallo y rape quedan en niveles similares al año anterior.

Sobre la cigala del Cantábrico, el ministro explicó que la Comisión Europea y España quedaron en seguir trabajando para solicitar en cuanto sea posible la revisión de la recomendación científica vigente, para una eventual reapertura de la pesquería si se constata un buen estado.

El ministro dijo que aunque pueda parecer "chocante" que en el caso del jurel del sur se haya pasado de una disminución del 50% a un incremento de las capturas del 24%, se produjo un "error de interpretación" del informe científico utilizado por parte de la Comisión Europea y que al final se ha dado a España la razón. "Nosotros apostamos por una pesca sostenible. Una pesca que esté basada en los estudios científicos correspondientes", dijo.

La consejera gallega de Pesca, Rosa Quintana, que participó en el Consejo en representación de las comunidades autónomas, ha valorado los "buenos" resultados logrados, a partir de un punto de partida que calificó como "muy complicado".

La organización ecologista Oceana critica el acuerdo alcanzado, al considerar que las medidas tomadas por los Estados miembros "son insuficientes" y afirmó que "la sobrepesca continuará siendo una realidad en 2020".

La organización "Seas at Risk" (Mares en Riesgo) considera que los ministros no lograron hoy atenerse a sus obligaciones legales, "que imponen límites a las capturas con vistas al próximo año".