Los trabajadores de los autobuses urbanos, la Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA), reanudarán hoy sus movilizaciones con una huelga de 24 horas. El paro es el segundo en siete días y tiene el mismo motivo que el anterior, las quejas contra el sistema de videovigilancia que la empresa ha colocado en los vehículos. Los conductores consideran que esas cámaras "no cumplen con las regulaciones de la ley de protección de datos" y que atentan "contra su dignidad personal así como contra la de los viandantes y vehículos particulares ya que sobrepasan los límites permitidos por la legislación". Como ya ocurrió el pasado día 24, habrá servicios mínimos del 25 por ciento de los servicios ordinarios. Así, la línea con más frecuencias será la L1 que une La Luz-Piedras Blancas, con un autobús con salidas desde cada zona a las horas en punto cuando lo habitual es que sea cada 20 minutos. En el resto de líneas, el intervalo medio de frecuencia de paso es de tres horas.

El comité de empresa de la CTEA critica la "cerrazón y falta de diálogo" por parte de la dirección "que no ha dejado otro camino más que el de la movilización".

Según Cambia Avilés, en línea con los conductores, "las cámaras de videovigilancia buscan más el control de los trabajadores que la seguridad de los usuarios".