La tercera edición del concierto de Año Nuevo, celebrado en el centenario teatro Palacio Valdés, tuvo como gran protagonista al violonchelista Alexander Osokin. Pero no fue el único. Durante el "Danzón", el director del conservatorio "Julián Orbón", Carlos Galán, entró en escena y se puso al piano. A la batuta, Iván Cuervo, que se encargó de dirigir a la Orquesta Sinfónica Ciudad de Avilés y aprovechó para lanzar varios mensajes de esperanza para el futuro: "Estamos pasando un momento de crisis en el centro, pero confío en que cuando se superen los baches saldremos reforzados y cumpliremos muchos años más -el conservatorio cumple 40 años-", dijo en alusión a la crisis del Conservatorio.

Tras varias piezas, el concierto se detuvo para hacer hueco en la primera fila del escenario a Alexander Osokin. El ruso, que fuera profesor del Conservatorio "Julián Orbón" y es miembro de la prestigiosa orquesta Moscow Virtuosi, recibió un emotivo homenaje e interpretó como solista "Meditation from Thais", de Massenet, y "El Cisne", de Saint-Saëns. Osokin tocó cada nota con pasión y sentimiento, acompañado por la emoción del momento.

El público, que abarrotó el teatro Palacio Valdés, ovacionó hasta en tres ocasiones al gran protagonista, que también recibió los aplausos de los 46 prestigiosos músicos que compusieron la orquesta. Iván Cuervo rompió el protocolo habitual para señalar que "como compañero, alumno y amigo, ha sido un honor tenerle cerca de mí; es un 'top' mundial con su instrumento y un 'top' como todo", expuso el director. El programa combinó varias melodías de Johan Strauss, Jachaturián, Chapí y Ravel, entre otros, que hicieron las delicias de los asistentes a un concierto que, a nivel local, compite con el de Año Nuevo vienés. Al final hubo "bises" y aplausos para estrenar 2020.