Un nuevo caso de rencillas vecinales llegará en abril a los juzgados avilesinos. En esta ocasión todo empezó, según la versión de la víctima, con un comentario realizado a una vecina que tiene por costumbre alimentar a gatos callejeros y cuyo hijo, molesto al parecer por esa amonestación, agredió supuestamente a la persona que había reprendido a su madre.

Según consta en el atestado que originó las posteriores diligencias judiciales, entre dos vecinas de rellano -la denunciante y la madre del joven denunciado- surgió un conflicto porque la segunda dejaba comida para los gatos de la calle debajo del coche de la primera. Al ser conminada a que en el futuro no usase su vehículo como comedero gatuno, la reacción de la vecina no fue precisamente amistosa ya que, según la denunciante, su coche fue rallado. Eso no sería lo peor, pues a los pocos días, y siempre según su relato, en un encuentro casual en el ascensor con el hijo de la denunciada éste la agarró por el cuello con las dos manos y la empujó con violencia; el parte médico refleja que sufrió lesiones leves. La presunta víctima también alega que son frecuentes los golpes a horas intempestivas en la puerta de su domicilio.