La venta de viviendas en la comarca al cierre del año 2015 -un total de 652- marcó un punto de inflexión: después de años de caída paulatina debido a la crisis económica y el pinchazo de la burbuja inmobilaria, los compradores se animaron y en los años sucesivos se cerraron contratos en cantidades crecientes. De las 652 viviendas que cambiaron de mano en 2015 se pasó a 834 en 2016, 944 en 2017 y en 2018 incluso se rebasó la frontera psicológica de las mil: 1.185. El sector se las prometía felices viendo que se recuperaban las cifras de cuatro dígitos previas a la crisis, pero el año que está próximo a concluir ha traído malas noticias: la tendencia de crecimiento de la compraventa de vivienda se quiebra y en 2019 será difícil que se rebase el millar de operaciones.

Los constructores y agentes inmobiliarios consultados por este diario confirman la previsión negativa que indica la estadística del Ministerio de Vivienda y achacan la desaceleración en la venta de casas y pisos a tres motivos, fundamentalmente: la inestabilidad política, el temor al agravamiento de la crisis y el endurecimiento de las condiciones hipotecarias de los bancos. El pinchazo de 2019 ya no tiene arreglo, a juicio de estos expertos, y las expectativas para 2020 no son halagüeñas porque las razones que disuaden a los compradores seguirán latentes.

Según los datos que facilita el Ministerio de Vivienda de transacciones inmobiliarias de vivienda nueva y usada para los concejos de Avilés, Castrillón, Corvera, Illas, Gozón y Soto del Barco, la evolución interanual de las compraventas de casas en la comarca referida al tercer trimestre del año es la siguiente: 469 operaciones en 2015, 610 en 2016, 715 en 2017, 886 en 2018 y 767 en 2019. La caída es del 13,43 por ciento para el conjunto de la comarca y del 15 por ciento -más acusada- para Avilés.

"La decisión de comprar casa, o en este caso la de no comprarla, probablemente esperando que se aclare el panorama, guarda estrecha relación con el hecho de no tener claro qué va a pasar después de tantas elecciones y con las expectativas económicas poco halagüeñas", señala el vocal de la Cámara de Comercio y constructor Luis Esteban Alcalde. A juicio de este empresario, "para construir hoy en día hay que tener solidez financiera, es complicado que los bancos te den el dinero para un proyecto de esa naturaleza", lo que vendría a explicar que la oferta de vivienda nueva en Avilés sea más comedida de la que existía en los momentos álgidos del sector anteriores al brusco frenazo de 2009.

El también constructor Manuel Campelo habla de "miedo a que venga otra crisis y enfriamiento generalizado de las inversiones por la inestabilidad política" para explicar el pinchazo de la tendencia de compraventas inmobiliarias en la comarca. "Personalmente he tenido suerte, porque de mi última promoción de un centenar de pisos (en el barrio del Quirinal) solo me faltan por vender once; te coge un bache de confianza con la obra recién empezada y ya tienes el lío servido", comenta.

Pedro Acevedo, responsable de la agencia inmobiliaria Regueras, añade a las opiniones que expresan los constructores el apunte de que "los bancos han vuelto a cerrar la mano a la hora de dar hipotecas; se han puesto más duros y esto frena operaciones que en otras circunstancias podrían salir adelante".

Por concejos, Avilés registra la disminución ya comentada de compraventa de viviendas del 15 por ciento en la comparativa interanual de los 9 primeros meses del año; y Castrillón registra una llamativa caída del 53 por ciento. El resto de concejos (con la excepción de Illas, irrelevante estadísticamente a estos efectos por el bajo número de casas vendidas) mantiene la tendencia alcista de los últimos años: 7,3 por ciento más de compraventas en Corvera, 19 por ciento más en Gozón y 12,5 por ciento más en Soto del Barco. Son los concejos que de momento se libran del pinchazo, pero no obstante su crecimiento es insuficiente para compensar el frenazo inmobiliario de los dos concejos que tienen el mayor parque de vivienda en el mercado, Avilés y Castrillón.