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Campeones de piragüismo de toda la vida

Medio centenar de veteranos deportistas se citan en Avilés para sacar a flote memoria de medio siglo rompiendo el agua

José Seguín aplaude mientras Rufino Juan le abraza, en el centro de la foto, ante las carcajadas de los compañeros, ayer, en Casa Lin. M. VILLAMUZA

Gonzalo García hace medio siglo fue campeón de España de piragüismo. La primera vez que subió al podio fue en Avilés. Era, por entonces, deportista juvenil, pero también de élite. Y ahora está jubilado. Como Fernando Álvarez de los Heros: "Me llamaban Álvarez II". El primero era el hermano de este médico avilesino retirado. Los dos veteranos deportistas se juntaron ayer a otros 45 más y todos juntos celebraron en Casa Lin "el primero de muchos banquetes de confraternización: es que andamos desperdigados", explica García, que, aparte de triunfar en la década de los sesenta, fue entrenador, bancario y dueño del Trasgu, uno de lo bares más legendarios de la movida avilesina.

Pasada la una del mediodía fueron llegando a la sidrería los pioneros del piragüismo avilesino. "Yo no soy avilesino, pero tengo dos nietos que sí que lo son", señala Luis Bardales, otro de los campeones llamados a la mesa. El palmarés de Bardales es también de los buenos: "Bajé el Sella por primera vez con 16 años". Quedó el trigésimo octavo. "Pero eso no fue nada", sonríe. Bardales fue campeón de España de K2 y de K1 en 1961. "En K2, con Llano", subraya. "En 500 y en 800 metros". Aquel año, cuenta, "fue cuando se separaron el remo y el piragüismo". Y entonces también fue cuando Avilés comenzó a romper el agua a paladas.

El medio centenar de deportistas que se acercaron al llagar avilesino bromeaban entre sí. Todos se conocen desde hace la tira. Álvarez II cuenta que empezó en el gimnasio de piragüismo de la ría de Avilés. "Allí estuve entre 1965 y 1970. Lo dejé porque tenía que estudiar", explica. Lo hizo en Santiago de Compostela. "Pero sigo las competiciones", recalca.

La ría de Avilés eran en aquellos primeros años sesenta agua predilecta para piraguas. "Estaba bien, vale, limpiaban la grasa de algunos barcos, pero eso no era nada", continúa Álvarez II.

Uno de los más veteranos fue el castrillonense José Seguín: "Cuarenta y siete años dedicados a esto", apostilla. Como piragüista, como seleccionador nacional, como olímpico. "Lo fui en Montreal, en 1976". Allí también participó otro avilesino de pro: Dacal, aunque este fue boxeador. Seguín comenzó en el Club del Mar, el primero en tener piraguas, pero muy pronto cambió de club. "Me llevaron al Náutico Ensidesa", cuenta. Luis Cueto también se pasó por el llagar. Lo ganó todo y todo muchas veces. Piragüistas de toda la vida.

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