Una decena de personas participaron anoche en una competición poética: la Poetry Slam, que cumplió su vigésima edición. El tiempo de exposición de cada poeta fue de tres minutos y el jurado estaba formado por cinco personas del público, que iba variando al avanzar las rondas "para evitar así posibles votaciones interesadas de conocidos o amigos". La cita fue en el Calendoscopio, en la Ferrería. La competición de poesía narrada es una idea importada de Estados Unidos. En la imagen, una participante.