María Pilar Celma (Zaragoza, 1955) ofreció ayer una conferencia en el Hotel 40 Nudos sobre Miguel Delibes. La charla forma parte del ciclo Ciencia y Naturaleza organizado por La Serrana y el grupo ornitológico Mavea. Es catedrática de literatura española y codirectora de la Cátedra Miguel Delibes.
- Miguel Delibes fue un gran defensor de la naturaleza.
-Cuando Delibes leyó su discurso de recepción en la Real Academia de la Lengua en 1975, entonces no se hablaba de cambio climático, pero sí que expresó lo que hoy ya llamamos la España vaciada. En su obra, hace una defensa de la naturaleza y de la armonía con ella.
- ¿Por qué diría que se destacan las obras de Delibes?
-Delibes tiene un gran interés porque el contenido, el tema, la expresión, la técnica y la narrativa sean perfectamente armónicas. También es un gran defensor del lenguaje y de su recuperación.
- Hay muchas palabras que se están perdiendo...
-Así es. Por ejemplo, mis estudiantes cuando leen a Delibes hay muchas palabras que no entienden porque son palabras de campo que están perdiendo todo el sentido.
- ¿Qué habría pensado de la Cumbre del Clima que se celebró en Madrid?
-Imagino que habría estado de acuerdo, porque fue un pionero de la ecología. Educó así a sus hijos, en el amor a la naturaleza.
- Siguiendo con política, usted es una experta en la poesía que se hacía entre la guerra civil y la actualidad. ¿El ambiente guerracivilista que a veces se respira en las calles se observa en la poesía actual?
-No, no lo veo. Estamos en un momento muy bueno de poesía. Hay autores extraordinarios, Luis García Montero, por decir algunos muy consagrados. No creo que haya una poesía militante; desde el punto de vista literario valoramos mucho otras cosas.
- En su carrera ha estudiado la incorporación de la mujer al pensamiento. Es experta en Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Valle-Inclán, Azorín? todos hombres. ¿Cuántas grandes mujeres han pasado desapercibidas al gran público?
-Poco a poco las mujeres de la Generación del 27 están siendo recuperadas, y aunque aún siguen predominando los varones, en los premios literarios cada vez más mujeres alcanzan relevancia.
