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Ejercicio mental para superar barreras

La Asociación de Discapacitados Físicos pone en marcha un taller sobre autonomía: "Se puede hacer más de lo que se cree"

Juanjo Rodríguez y Lucas Morán, ayer en el taller de Difac sobre autosuficiencia y autonomía. RICARDO SOLÍS

Lucas Morán dejó de ser escalador y espeleólogo a los 30 años. Cuando un accidente de tráfico le dejó postrado en una silla de ruedas. Todos los días se encuentra algún bordillo o un baño sin adaptar que le hace la puñeta. Sin embargo, ha descubierto que hay pocas cosas que si de verdad se propone, no pueda hacer. Por ejemplo, ir a clases de zumba. Cosa que regularmente hace. "Procuro ser todo lo autónomo que puedo", sostiene Morán.

Para serlo más, Lucas Morán participa en el taller de atención psicológica de Difac (Asociación de discapacitados físicos de Avilés y comarca) que ayer arrancó de la mano de la psicóloga Laura Feito. El leitmotiv de la actividad es la autosuficiencia, la autonomía, la autoestima y la relación que hay entre estas tres habilidades. "Es una especie de entrenamiento mental para ser más autosuficientes. A veces creemos que hay cosas que no podemos hacer y no es así", indica Feito.

"Se puede hacer más de lo que se cree", cuenta la especialista. "Resolviendo conflictos, pueden ser más autónomos. Dar el paso para de atreverse a situaciones nuevas", prosigue Feito en su exposición. "Venir a estas charlas y hacer estas actividades para ellos ya es un éxito", zanja la psicóloga, que es consciente de las barreras a las que sus pupilos se enfrentan día sí y día también. Algunas tremendamente cotidianas. Otras, impensables para personas que no están en su situación.

Habitualmente, tras estas charlas, los integrantes del grupo, que ronda las 21 personas, acostumbran a tomar un café. "Una de las barreras que encuentro, es que cuando salimos de aquí y vamos a algún bar, el servicio no está adaptado", añade Lucas Morán. "A lo mejor miras el escaparate de una tienda que te gusta, quieres entrar y no puedes porque hay un escalón", añade Juanjo Rodríguez, otro de los presentes en el curso, que también hace su vida diaria en silla de ruedas.

Juanjo Rodríguez contrajo la polio a los nueve meses de vida. Progresivamente, ha ido viendo como ha ido perdiendo fuerza muscular. "Empecé hace seis años a ir a la piscina en silla de ruedas. Ahora ya para salir de casa siempre me manejo así", explica. "No solo son las barreras arquitectónicas a las que tienes que hacer frente. También hay barreras sociales", cuenta. "A veces, nos discriminan", remata Lucas Morán, que se sienta al lado de Rodríguez.

"El objetivo no es tanto la autonomía física como la emocional", apunta Laura Feito. "La idea es poder ganar en fortaleza mental", añade la experta. "Al conseguir cosas por nosotros mismos lo que se logra es aumentar la autoestima y reducir la ansiedad", asegura la psicóloga.

Otra de las participantes en la charla es Miriam Bravo. Hace una década, sufrió un ictus. "Necesitaba una asociación como Difac que me diera apoyo para salir adelante", sostiene. "Venir al taller y hablando con el resto de los compañeros, contar con la experiencia de los otros ayuda mucho. Sirve para descubrir que muchas de las limitaciones que vemos no son en verdad así", indica la mujer a la que apodan "la soprana" puesto que participa en el coro de la asociación.

"Aprendí a conocerme a mí misma y la gente que tengo alrededor", sentencia Miriam Bravo, quien junto al resto de sus compañeros del taller que imparte Lucía Feito ejercitándose mentalmente para superar las barreras que derriban día a día.

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